Nunca he sido buena deportista, en la clase de deportes de la prepa algunas de mis amigas "no deportistas" y yo nos escondíamos entre los árboles para platicar, ya después nos metíamos entre las demás para simular que habíamos corrido. Luego en la universidad una de mis mejores amigas es muy deportista por lo que me jalaba para ir andar en bici, aerobics, correr, al gimnasio entre otras actividades, pasaba por mi muy temprano para hacer algo de deporte, algunas veces iba muy gustosa, otras no tanto y otras mejor nos quedábamos platicando. Cuando recién me case mi esposo y yo íbamos a correr juntos, fuimos algunas carreras y luego nuestra meta era el "Medio maratón del Atlas", llegué casi junto con la barredora, pero para mí sigue siendo un gran recuerdo, no solo haberlo logrado, el entrenamiento, el apoyo, la vitalidad que te da el ejercicio. Seguí el ritmo del ejercicio hasta que nació mi tercer hijo, hace más de 6 años, tal vez el cansancio de tenerlos a los tres chiquitos, la gran cantidad de actividad física y mental que decidí ya no hacer ejercicio?¡Ya no tengo tiempo! Mala decisión. Hoy fui a ver a mis primos a un medio maratón, junto con mis hijos y mi esposo todos medio dormidos fuimos a echarles porras, calculando el tiempo, nos desplazábamos para verlos en ciertos kilómetros recorridos y decirles ¡Bien hecho! Me quede con ganas de correr, pensé, bueno y ¿Por qué abandoné lo que tanto trabajo me había costado alcanzar? ¿Cuánto tiempo más voy a esperar para retomar el sano y necesario hábito del ejercicio?
Estoy a diez meses de cumplir cuarenta años y la idea me atemoriza, es una tontería pero es darte cuenta que tus años gloriosos de juventud hay que voltear y decirles GRACIAS a cada año, ahora me voy a la segunda tanda (espero). Tal vez mi inmadurez, temor o no sé, (aunque cada etapa tiene su encantó) pensaba que en estos "primeros cuarenta años", mis padres me cuidaron, me abrazaron, fui testigo de su juventud, jugué con mis hermanas, crecí, fui adolescente, me enamoré, fui universitaria, trabajé, me casé, me convertí en madre entre muchas otras cosas ¿Cómo agradecerles a mis cuarenta años? Algo que puedo hacer es simplemente hacer ejercicio, mientras antes empiece mejor. Una de mis justificaciones era que andaba corriendo todo el día detrás de mis hijos, pero ahora quiero correr por mí. Enseñarme a mí y a mis hijos la disciplina del ejercicio, buscar el equilibrio en mi vida y salud. Pero ¡¿A qué hora?! Puedo buscar más momentos al aire libre, mientras andan en bici, cuando saquemos a la perrita, cuando vayan a sus clases de futbol, revisar nuestros horarios e incluir nuestro ejercicio diario. El tiempo y mi cuerpo me están esperando, ya no los haré esperar más ¡A correr! "que el tiempo pasa y no perdona".
http://runfitners.com/2013/04/medio-maraton-lo-que-tienes-que-saber-para-comenzar-a-entrenar-consejos-para-corredores/
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