El que sentimos por esa cosita tan pequeña con carita redonda que hemos llevado 9 meses en la tripota, el amor que sentimos al verlos mientras se enganchan en la teta buscando ese alimento perfecto de cuerpo y alma.
Mientras duerme, mientras pensamos no puedo irme ¿y si no respira? (Tod@s lo hemos pensado alguna vez, ¿a que sí?), la sonrisa mañanera de ¡Buenos días mama!
Los ojos de felicidad y frescura que sólo un bebe/niño tiene, el olor especial que desprenden para que cada día que pasa te enamores más y más de ellos, sus manitas en tu cara queriéndote rozar el alma, sus deditos pequeñitos, su sonrisa de oreja a oreja, los momentos únicos que sólo tu y el compartís, momento de caricias, de besitos diminutos por toda la cara, de pasos de gigantes, de abrazos eternos que nunca les pondrías fin, su carita llena de churretes cuando viene de jugar, sus mamás donde estas, el abrazo al llegar a casa después del trabajo, jugar a juegos que sólo los dos sabemos como son, correr como locos por el parque, te enamoras de cada poro de su cuerpo, de sus ojos, de su pelo, de sus manos, del conjunto de todo su ser, el AMOR del bueno, el que nunca pensaste que llegaría a ese nivel, el que te alimenta y te da fuerzas para seguir antes las adversidades de la vida, del día a día que nos llega a quemar, pero ese amor sigue ahí, constante y sonante, pensando en su sonrisa, la que nos hace sentir mariposas de las de verdad, mariposas que nunca nos abandonan.
Amor, amor y más amor, pero recuerda que siempre del bueno, del todo para ti y mil besos para mi.
¿Y como es tu amor?
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