El calendario de Adviento de este año se ha hecho in extremis por falta de tiempo pero no por falta de una idea.
Este año quería darle un sentido más profundo a estas fechas y por eso, nuestro calendario no contiene caramelos ni chocolatinas. Contiene algo mucho más importante. Contiene palabras.
Recuerdo que el año pasado Héctor iba corriendo al salón en busca de la bolsita que contenía la moneda de chocolate. Para él era simplemente un juego y era demasiado pequeño para entender porqué para nosotros estas fechas son importantes. Porqué celebramos la Navidad y cuál es su sentido.
Para mí estas fechas son ideales para poder reflexionar sobre las cosas importantes y aunque suene a manido, es el momento de hacer balance. He tenido un año entero para ir descubriendo el carácter de Héctor y para darme cuenta de que es mucho más sensible de lo que pensaba. Por eso, creo que El Calendario de Adviento de este año debe estar lleno de todas esas cosas que debería decirle cada día y que muchas veces no hago.
Este año no habrá chocolatinas dentro de cada sobre. Lo que de verdad contiene cada sobre, es cada una de las cosas que pienso de él y que debe saber desde bien pequeño.
Debe saber que pensamos que es un niño independiente al que le encanta hacer las cosas por sí mismo.
Debe saber que papá y mamá están felices cada vez que se atreve a probar un nuevo sabor y luego descubre que le gusta.
Debe saber que agradecemos infinito el hecho de que siempre corra a nuestro lado para regalar besos y abrazos.
Debe saber que nos encanta que se meta en la cocina siempre dispuesto a ayudar
Debe saber que es muy bueno que uno aprenda a perdonar y que lo haga tan rápido como lo hace él.
Como ves, el Calendario en sí no tiene mucha complicación pero es un corazón abierto y ahí dentro, en cada sobre que cuelga de cada pinza, están todas esas cosas por las que funcionamos en el día a día.
Sé que para un niño de 4 años, igual que lo fue para mí en su momento, La Navidad es sinónimo de regalos, de Papá Noel y de Reyes Magos de Oriente. Pero también debe saber que, además de todas esas cosas, la razón fundamental por la que celebramos la Navidad es otra que nada tiene que ver con lo material.
Para mí, la Navidad es sentarse alrededor de una mesa con toda la familia, quedarse charlando hasta tarde y celebrar, un año más, que estamos juntos.
Claro que hay regalos y hay ilusión por ver la cara de sorpresa de quien los recibe. Sobre todo de los niños. Y por eso quería aprovechar la ocasión para hablaros de un proyecto que me ha encantado y que conocí a través del perfil de Alba Carrillo en IG. Y es que ¿Hay algo más bonito que ser un Rey Mago de verdad?
Eso es lo que hace la ONG www.reyesmagosdeverdad.org/ darte la oportunidad de convertirte tú también en un Rey Mago y hacerle llegar a un niño que se encuentra en régimen de acogida, o que vive con su madre en una cárcel o que proviene de una familia desestructurada, un regalo. Pero no cualquier regalo, sino el que él mismo ha pedido en su carta. Registrándote en su web, “Reyes Magos de Verdad” te harán llegar una de esas cartas y podrás cumplir su deseo.
Si te apetece darle otro sentido a La Navidad, colabora y si conoces otros proyectos como éste, por favor, deja un comentario en este post o en las Rss para llegar al mayor número de personas posible.
¡Feliz Navidad con Sentido!
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