El colecho es simplemente dormir con los pequeños en la misma cama, esta tendencia no para de crecer. Según sus defensores, entre los que figura el famosos pediatra Carlos González, esta práctica da seguridad a los pequeños, hacen que duerman mejor, se reduce el riesgo de muerte súbita (hay muchos estudios que también dicen lo contrario), se estrechan lazos afectivos con los niños... De hecho muchas mini cunas ya están adaptadas para pegarse a la cama desde el primer día.
Como todo en el mundo de la maternidad, también está la corriente contraria que aboga por enseñar a los niños a dormir desde pequeños en sus cunas y hacerles entender que cada uno tiene su espacio.
Más allá de ambas posturas, que suelen generar debates y polémicas encendidas, estamos el siguiente grupo. Diría que practicamos el colecho por supervivencia. Nunca he tenido una opinión muy formada al respecto, así que mi enana ha dormido siempre en su cunita tan a gusto. Siempre hay noches con pesadillas, fiebre, que está más mimosa y acaba durmiendo con nosotros. En este caso, no lo hacemos por convicción, sino porque son las dos de la mañana y estamos agotados.
Desde este punto de vista, no lo veo como una moda o una nueva tendencia, seguro que todos recordamos dormir con nuestros padres en ocasiones puntuales o llamarles para que vinieran a dormir con nosotros a la cama. ¿Con cuál de los tres grupos te sientes más identificado? ¿Prácticas el colecho por supervivencia?