Cuando ponemos a nuestro hijo en un comedor escolar, estamos dejando la alimentación de nuestros hijos en terceras personas, confiando en que son profesionales que sabrán hacer su trabajo, pero esto no quiere decir que los padres no tengamos que estar atentos a la calidad de los alimentos que se les da cada día y el valor nutricional de los mismos.
Normalmente los comedores escolares crean menús establecidos por profesionales ? la mayoría de las veces ? que nos dan la opción de encontrar diferentes opciones y de esta forma aprender a hacerlo nosotros también en casa.
Además, en los comedores escolares se les enseña a los niños que debe hacer y que no cuando se sientan en la mesa. Se les enseña en gran medida a socializar en la mesa con sus compañeros y a respetar los turnos de comida. Por ejemplo, existe comedores en los a cuáles no se puede repetir a no ser que se hayan terminado todos los platos, es decir, primer plato, segundo plato y postre, esto a nosotros en particular nos parece una pequeña locura ya que si alguien quiere disfrutar de un plato de sopa por segunda vez, después de un segundo plato y un postre se le pasa el hambre.
Por medio del comedor escolar, se educa el paladar de los niños y se les enseña la cantidad de alimentos a los que puede optar, esto hace que muchas familias puedan darle a sus hijos algunos tipos de alimentación que de otra forma no podrías.
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