Las lombrices son unos pequeños gusanos que afectan a los niños provocando un molesto picor, que suele ir acompañado por irritación en la zona anal. Se trata de un problema que afecta, aproximadamente a entre el 50% de los niños, pero que, por suerte, se cura con bastante facilidad. ¿Podemos prevenirlas? ¿Cómo actuamos contra ellas?
El primer paso es detectarlas. Por lo general, podemos percibir que nuestro hijo tiene lombrices si se arrasca a menudo la zona anal. Sin embargo, los niños pueden arrascarse por muchos motivos por lo que debemos observar otros hábitos comunes. Las lombrices actúan mayoritariamente por la noche, por lo que podemos detectar problemas en el sueño infantil e incluso pesadillas.
La zona genital se irrita bastante por lo que pueden llegar a hacerse pequeñas heridas debido al rascado. Para estar seguros, simplemente basta con observar las heces infantiles. Como las lombrices se mueven, pueden verse a simple vista.
¿Cuál es el tratamiento a seguir? Para los casos más graves, existen diversos medicamentos, pero siempre han de estar recomendados por el pediatra. Como medidas paliativas en casa, debemos duchar o bañar al niño por las mañanas, el mejor momento para eliminar una gran cantidad de huevos. Además, es recomendable cambiar con frecuencia la ropa interior y de la cama, ya que los huevos se quedan ahí por la noche. Es preferible usar pijamas cerrados, ya que si el niño se rasca los huevos no pasan a la ropa de cama.
¿Podemos prevenir la enfermedad? Únicamente manteniendo una higiene muy estricta, pero ninguna prevención es infalible ya que normalmente se transmite de unas personas a otras y el riesgo de contagio es elevado.
¿Sufren lombrices vuestros hijos?
Imagen: camosun.ca