Motivación: Transmitir entusiasmo a tus hijos es vital para que sean niños felices, completos, desarrollados física y emocionalmente. Que sientan pasión por todo lo que hagan en sus vidas hará que crezcan y maduren siendo personas plenas y autónomas. ¿Cómo podemos fomentar en ellos la motivación? A diferencia de los adultos, el nivel de motivación de tus hijos depende solamente de cómo lo cuidéis los adultos (padres, tutores, profesores…)
Cuida tus gestos y palabras. Trata de mostrarte amable y cercano con tus hijos. Sonriente, paciente, cercano... Dales siempre la oportunidad de mejorar. Motívales mediante recompensas puntuales, elogios en el proceso y anímales siempre a buscar beneficios a largo plazo. ¡Sois el mejor espejo para ellos!
Apego: El apego es prácticamente la cualidad más fácil de trabajar puesto que es innata entre madre e hijo, desde incluso antes de que nazca el bebé. Desde el embarazo, tu hijo sentirá un vínculo de conexión totalmente intuitivo e intenso contigo, su madre. Y este vínculo también puede fomentarse o trabajarse con su papá, desde que tu bebé nace. En este sentido, la comunicación no verbal y las caricias se vuelven importantísimas para favorecer el apego.
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Empatía: Como bien sabéis, es la cualidad que nos permite ponernos en el lugar del otro, para entenderle y saber respetar su punto de vista, aunque no lo compartamos. Para enseñarle empatía a nuestros hijos, debemos trabajarla nosotros primero. Practica con tu pareja intentando entender qué le motiva a ser como es y a hacer ciertas cosas que quizá tú no harías. Asimismo, no dejes de valorar que en casa 'exista otro enfoque'. Que tus hijos asistan a un diálogo pausado donde haya dos puntos de vista y finalmente se tome una decisión en consenso, le ayudará a familiarizarse con la empatía.
Respeto: Porque sin él prácticamente ninguna relación personal sería sana y fructífera. El respeto hace que las relaciones funcionen y maduren. Inculcar el respeto a tus hijos es vital para fomentar la Inteligencia Emocional. Trabajad con vuestros peques el respeto al entorno, a los animales, a otros niños y niñas, a los adultos, a sus profesores, etc. Es importante para que vean que todo esfuerzo tiene valor en sí mismo, independientemente de la recompensa final.
¡Nos vemos en el próximo capítulo!