La piel del bebé posee características especiales que la hacen diferente en relación a la de un adulto. Por ello, debemos ser exhaustivos con el cuidado y esmero que ponemos en ella, a la hora de tratarla.
-Si tiene hermanos, haz que le cuiden igual que vosotros
Un primer consejo que nos atrevemos a darte es que fomentes en tus hijos mayores el amor y cuidado activo o consciente por su nuevo hermanito. Implicar al hermano mayor en las tareas de casa pero sobretodo en las tareas de responsabilidad que exigen tener a un bebé en el nuevo hogar, será muy beneficioso para todos. Anímale a que le porte en brazos, se familiarice con él y le de mimos y caricias. ¡Es el mejor caldo de cultivo para que el bebé se encuentre ''como en casa'''!
-Cuidado con los filtros solares
Cambiando radicalmente de término, advertimos cómo los filtros solares pueden ser mucho más dañinos de lo que creemos para los bebés. Por ello, no podemos dejar que salgan a la calle sin las medidas necesarias: crema con filtro solar y protegerle con un sombrero o sombrilla para evitar la exposición directa al sol, da igual si es verano o invierno, son los más importantes. Tu pediatra te aconsejará lo que es mejor para tu bebé.
-La alimentación influye en el estado de la piel
Hay que poner especial atención en aquellos alimentos que puedan causar alergias e ir introduciendo los sólidos poco a poco y siempre a la edad que te dicte el médico. Observa su piel y si notas alguna alteración, no dudes en consultarlo rápidamente.
-Masajes y mimos
Transmitirle el amor que sientes hacia él mediante masajes relajantes o caricias será siempre bienvenido. Está más que demostrado lo tremendamente beneficioso que es esto para tu bebé a todos los niveles, ¡no dudes en emplear parte de tu tiempo cada día en hacerlo! Masajearle por las noches, o después de cada baño o realizar cada cuidado higiénico con especial cariño y esmero, le reportará un bienestar sin igual.
Antes del masaje, puedes asear a tu bebé con toallitas específicas para este tipo de pieles tan delicadas. Es el caso de las Toallitas Huggies®. Gracias a la tecnología Coform, están compuestas en un 65% por fibras naturales, además, contienen una formulación libre de parabenos y fenoxyetanol para que la piel del bebé no sufra lo más mínimo.
Y por supuesto, el consejo que siempre solemos darte ¡haz caso de tu instinto maternal! Suele ser la mejor guía posible.