Y eso contando con que, cada vez más, se trata de una celebración por todo lo alto. Banquete en el restaurante elegido, con decoración incluida. Un traje especial, no sólo para el niño o niña, también para padres y acompañantes. Sin olvidarnos de recordatorios y regalos para los invitados. Todo queda en nuestras manos como progenitores.
Paso a paso, pero sin pausa
Si eres de papel y lápiz, empieza ya a apuntar qué es lo que te queda por hacer. O usa tu agenda digital. En cualquier caso, de lo que se trata es de empezar a buscar restaurante, vestuario y fotógrafo, que no es cosa de que no tengas las mejores imágenes para conservarlas toda tu vida.
El banquete tiene que ser, sobre todo, enfocado cómo una fiesta infantil, no lo olvides. Es cierto que habrá muchos invitados adultos. Pero, en los que tienes que pensar es en los niños, que son los protagonistas. Elige un menú divertido y con sus platos preferidos. Lo mismo con la decoración, colores alegres y complementos que les gusten.
El traje de la Primera Comunión nos ha dejado a todos huella. Vamos a estar viéndolo en fotos y vídeos durante mucho tiempo. Además, ten en cuenta que lo llevará todo el día. Así que, te recomendamos que el niño o niña se sienta cómodo y plenamente identificado con su ropa ese día. Haz todas las pruebas que sean necesarias para asegurarte que no va a sentirse encorsetado, ni limitado.
Recordatorios y regalos para los invitados de Primera Comunión, los imprescindibles
Dedícale tiempo a este tema. Pensarás que un recordatorio es un recordatorio, pero no es así. Aquí también nuestro consejo es que dejes participar al protagonista. Algunas ideas: que sea el niño o la niña quien haga un dibujo que sea el que imprimas como motivo o reforzar algunos valores importantes, usando recordatorios solidarios, de esos que implican una donación a su ONG preferida. Otra idea diferente es hacerlos en formato de marcapáginas o elegir los más ecológicos, en papel biodegradable con semillas que se pueden plantar.
Y, ¡qué decir de la importancia del regalo para los invitados! Imposible enumerar todas la posibilidades. El punto de partida tiene que ser vuestro presupuesto y el número de detalles a encargar. Una vez que tengáis claro cuánto podéis gastar, toca pensar en qué invertirlo. Los llaveros personalizados son una muy buena idea, podemos diseñarlos a nuestro gusto y es un objeto al que todo el mundo puede dar utilidad. En esa misma línea, pulseras o colgantes tienen mucho éxito.
Pero, hay mucho más: velas aromáticas; aceites, mieles, mermeladas o vinos para los más gourmet; jabones, cremas o labiales para los más presumidos; tazas, mochilas o monederos para los más prácticos ¡Está claro que mejor que te organices con tiempo suficiente para estudiar todas las opciones!
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