Como profe seguro que en muchas ocasiones habrás dicho a los papás de tus alumnos frases como: "Se despista muchísimo" o "No presta atención". Y como padre seguro que los profes de tus peques te las habrán dicho en algún momento.
Cuando hablamos de atención no solo es importante que busquemos soluciones y actividades para mejorarla. Es fundamental que encontremos el motivo o motivos para esta falta de atención.
Por eso hoy en primer lugar vamos a hacer un repaso por las posibles causas de esta falta de atención. En segundo lugar vamos a ver algunas orientaciones generales para mejorar la atención de los peques en su día a día. Y, por último, veremos algunas actividades concretas para ir trabajando con ellos.
Encontrar el motivo de la falta de atención.
Uno de los principales motivos de la falta de atención de los peques es que no escuchan las instrucciones que les hemos dado y, por tanto, no saben lo que les estamos pidiendo. Si este es su caso, debemos comenzar a trabajar pronto. En caso contrario, cuando sea mayor no leerá bien los ejercicios o actividades que se le planteen llevándole a resultados incorrectos. Algo bastante habitual entre los adolescentes.
Sabe resolver lo que se le plantea pero se despista cuando está trabajando y no termina. Esto es muy habitual entre los niños pequeños. Es importante que averigüemos si es posible que tenga algún pequeño problema emocional que le perturbe como el nacimiento de un hermano, posible divorcio de los papás, etc. También es posible que la actividad que le estamos planteando no sea demasiado adecuada para su edad y no sepa resolverla. O incluso lo contrario, actividades demasiado sencillas pueden hacer a los niños perder el interés.
Una de las principales causas de la pérdida de atención es la desmotivación. Muchos niños no prestan atención porque se sienten desmotivados ante las actividades que se les plantean o simplemente se aburren en clase. Para mí como docente la motivación es fundamental, considero que si no somos capaces de motivar a nuestros alumnos estos nunca aprenderán con nosotros, no seremos un modelo para ellos y, por tanto, no nos prestarán atención. Es importante que busquemos la causa de esta desmotivación, si es por la relación con los compañeros o con el profesor. A estos niños hay que reforzarles mucho, hacerles sentir que lo que hacen importa, que nos sentimos orgullosos de ellos, que progresan. Procurad no utilizar el castigo con ellos. Los castigos y el refuerzo negativo lo único que harán es que se desmotiven cada vez más y que no avancen.
Orientaciones generales para mejorar la atención.
Es importante que busquéis un buen momento del día. Cada niño es un mundo por lo que aquí es difícil establecer una pauta. Lo que está claro es que si intentáis hacer los deberes antes de dormir el peque estará cansado. Por la mañana, hay niños que se levantan muy activos pero hay otros a los que podéis abrumar. Cuando los peques salen del cole, suelen hacerlo muy activos. Si pretendéis que nada más salir del cole se pongan con los deberes os costará un montón que se concentren. Explicadles lo que vais a hacer, que primero jugaréis un ratito en el parque y luego iréis a casa a hacer los deberes. Por un lado les vendrá genial descargar un poquito de energía física y, por otro, sabrán lo que tienen que hacer de antemano.
El espacio en el que el niño trabaja también es fundamental. Siempre que sea posible procurad que el peque tenga un lugar de trabajo fijo, en el que no existan distracciones como la tele, hermanitos jugando, etc.
Si tu peque es de los que cuando leen las actividades parece que no se enteran muy bien de lo que deben hacer, acostúmbrale a repetir en voz alta lo que ha leído, "tengo que repasar las letras". De esa manera siempre sabrá lo que debe hacer y, en caso de haber entendido otra cosa, el mismo se dará cuenta. En este punto es importante mencionar que nosotros como padres y profes, debemos explicar a los niños lo que deben hacer con claridad. Son muchas las ocasiones en las que los peques no saben muy bien lo que deben hacer porque nosotros no se lo hemos explicado bien.
Presentar las actividades de forma atractiva. Una de las claves a la hora de motivar a los niños es presentarles las actividades de forma atractiva y lúdica.
Descubre que le interesa a tu hijo, y ¡aprovéchalo! Si a tu hijo le encantan los insectos, cómprale libros, juegos, figuras, siéntale en una silla y déjale que lea y juegue durante largos ratos. Sin darse cuenta estará trabajando la atención.
Establecer una secuencia para las tareas. Una buena forma de hacer esto es con dibujos. Que sea el mismo el que dibuje cada paso. Primero saco los libros, luego preparo el lápiz, etc. Colocad esos dibujos en un lugar visible de forma que si se despista recuerde lo que debe hacer y donde termina el proceso.
Dividir las tareas en pequeños pasos también ayuda mucho a la hora de mejorar la atención.
La constancia es fundamental. Con los niños debemos trabajar todos los días de manera clara y estructura.
También podéis ir aumentando el tiempo de atención en una determinada tarea poco a poco. Podéis hacerlo con un gran calendario que el mismo vaya rellenando. El tiempo dependerá de la edad del peque. Lo importante es que él sepa los objetivos que tiene que alcanzar. Por ejemplo, la primera semana vamos a trabajar durante 4 minutos, la siguiente 5, etc. Podéis calcular el tiempo con un cronómetro o un reloj de arena. Explicadle que debe permanecer atento a la tarea que está haciendo hasta que suene la alarma. Si lo consigue reforzadle y dadle la enhorabuena. Explicadle que la siguiente semana pondremos un poquito más de tiempo.
Variar las actividades que realizamos también es importante. Si siempre hacemos lo mismo el niño terminará por perder la atención pero de aburrimiento.
Por supuesto, el refuerzo es fundamental. Felicitadle cada vez que consiga algo y alcance los objetivos que le habéis planteando. Procurad no señalarle los errores sino aquello que ha hecho bien. Vuestra actitud es fundamental para su progreso.
Actividades concretas para mejorar la atención.
El número de actividades para favorecer y mejorar la atención es infinito. Yo os dejo tan solo una pequeña de selección de actividades que os servirán para mejorar la atención de los peques. Pero recordad que el éxito de estas actividades dependerá en gran medida de las orientaciones que hemos visto anteriormente y de cómo las llevéis a cabo.
Puzzles.
Juegos de memoria.
Integración visual (terminar un dibujo que está parcialmente borrado).
Juegos de parejas.
Buscar las diferencias.
Recorrer laberintos.
Asociación visual (unir objetos o símbolos relacionados entre sí)
Descubrir elementos escondidos.
Construir un dibujo coloreando los espacios numerados.
Secuencias.
Manualidades.
Espero que lo que hemos visto hoy os sirva para mejorar la atención de los peques. Y no olvidéis que vuestra actitud y participación serán fundamental.
“El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.”
Horace Mann
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