La lactancia en bebés prematuros puede ser más difícil que la de los bebés que han nacido en condiciones idóneas, aunque igual de beneficiosa ya que ayuda a proteger a los bebés de infecciones de todo tipo.
Estos bebés tienen más dificultad para agarrarse del pecho de su madre tal como otros bebés los harían, por esta razón es importante estimular el pecho lo antes posible después del parto para mantener una cantidad de leche suficiente, por lo que es recomendable extraerse leche unas 6 veces al día.
Los bebés prematuros, en su mayoría, se alimentan a través de una sonda, que lleva la leche materna directo a su estómago, por lo que si está en la incubadora, no es problema para la lactancia. Si tenéis un bebé prematuro es posible la lactancia materna, tan sólo tenéis que dedicarle más tiempo, además varias investigaciones han demostrado que la lactancia es menos estresante para el bebé prematuro que la alimentación con biberón.
A partir de la semana 34 más o menos y dependiendo del peso del bebé, se puede empezar a intentar dar el pecho directamente, aunque al principio les costará agarrarse el pecho, al final acabarán aprendiendo a succionar correctamente.
Imagen: César Rincón / flickr
¿habéis tenido algún bebé prematuro? ¿habéis tenido complicaciones con la lactancia?