Casi todos los niños realizan actividades extraescolares después del colegio. Fútbol, tenis, patinaje, danza, idiomas… Son muchas las opciones, sin embargo, precisamente esto hace un poco complicada la elección. Lo ideal es que se trate de una actividad que guste a los niños además de ser adecuada para sus características personales. Pero, ¿cómo podemos saber si es la mejor para nuestros hijos?
En algunos casos, los propios colegios nos facilitan la elección de la actividad en función de los horarios y la personalidad de los niños. Pero, en la mayoría de los casos, son los padres quienes deben decidir. ¿Cómo podemos orientar a nuestros hijos? ¿Es adecuado que realicen más de una actividad? ¿Necesitan tiempo libre? En este reportaje, te damos todas las claves.
¿Es necesario que realicen actividades extraescolares?
Antes de apuntar a nuestros hijos a cualquier actividad extraescolar, es importante conocer por qué necesitan realizarla o por qué es adecuado que asistan precisamente a ella. Lo primero que debemos preguntarnos es si el niño está preparado o le interesa, o, si simplemente somos nosotros quienes queremos ocupar su tiempo libre después del cole.
Gran parte de los padres creen que las actividades fuera de clase ayudan a sus hijos a ser más sociables, y puede ser cierto; sin embargo debemos recordar que no se les debe imponer como una obligación porque pueden desanimarse y convertirse en una actividad que detesten. Lo niños que no realizan actividades extraescolares no están perdiendo el tiempo, a lo mejor nuestros hijos prefieren jugar en el parque al fútbol con sus amigos que hacerlo obligatoriamente en una actividad extraescolar. Es importante conversar con ellos y preguntarles si están interesados, saber en qué les gustaría emplear su tiempo libre y presentarles diferentes opciones, así la elección final sea nuestra. Tener una comunicación efectiva con nuestros hijos es primordial, ya que eso ayudará a fortalecer los lazos y crear confianza.
¿Cómo puedo saber cuál es la actividad adecuada para mi hijo?
Es fundamental conocer a nuestros hijos para poder saber cuál es la actividad más adecuada para ellos. Antes de los seis años, deberían desarrollar actividades que no exijan normas, tales como la pintura o el dibujo. No obstante, sea cual sea la actividad escogida, debemos dejar pasar un tiempo para valorar si realmente le gusta esta actividad o no.
Cuando crezca un poquito más será más capaz de asumir responsabilidades y aficiones. Es importante no apuntar a los niños a más actividades de las que pueden desarrollar. Si vemos que nuestro hijo no duerme bien, se muestra cansado o pone excusas para realizar esta actividad, no debemos insistir con la actividad. Han de aportarles cosas positivas y nunca al contrario.
Actividades deportivas o de aprendizaje
No todos los niños tienen el mismo carácter, ni los mismos gustos o aficiones. Sin embargo, lo que tienen en común todas las actividades es que siempre aportan algo positivo. Por ejemplo, si tu hijo tiene problemas para relacionarse, lo mejor es anímarle a que practique actividades de grupo. Algún deporte en equipo puede ser muy adecuado.
Por el contrario, para los niños más nerviosos, lo adecuado es buscar una actividad que les obligue a dominarse, como el judo, la natación o el ajedrez, por ejemplo. Si tu hijo es perezoso, elige actividades más solitarias, para que no deje el peso de la actividad a otro y, si es tímido anímale con actividades como el teatro, el ballet o los coros, les servirá de gran ayuda. Lo fundamental es la actividad que practiquen les termine gustando.
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