En primavera, los días comienzan a ser cada vez más largos y esto, unido a los cambios bruscos de temperatura que se suceden durante estos meses, provoca una cierta inestabilidad en los niños, sobre todo los bebés, que les hace estar más cansados. Es totalmente lógico, todos notamos los efectos de la primavera, por lo que en ellos se acentúan: pasan más horas jugando al aire libre, se acuestan más tarde...
Este trastorno primaveral se conoce como astenia y no sólo afecta al cansancio del niño. También puede que notéis que vuestro pequeño ha perdido las ganas de comer, tiene días tristes e incluso se pone de mal humor en seguida, sin explicación lógica. Todos estos síntomas se acentúan si nuestro hijo acude a la guardería, donde terminan agotados al cabo del día.
Si sientes que tu hijo tiene estos síntomas, no te asustes, es normal en esta época. Por si acaso, lo mejor es que acudas al pediatra para descartar otras posibles enfermedades, pero si no tiene fiebre, vómitos o dolor, lo más seguro es que esto sea lo que le ocurra. La astenia es un trastorno temporal, hasta hace poco se pensaba que sólo afectaba a personas mayores, pero está demostrado que también afecta a los bebés.
¿Qué podemos hacer? Es fundamental que respetemos su horario de sueño y de comidas. Evita que pase mucho tiempo sin ingerir nada y dale una dieta muy equilibrada, que le aporte todas las vitaminas que el niño necesita. Por último, muy importante. Vigila que hijo esté bien hidratado, dale mucho agua, le ayudará a sobrellevar mejor la primavera.
¿Sufre tu hijo astenia primaveral?
Imagen: sumitrarose/flickr