En el hablaba de la dificultad para algunos adultos, especialmente papás y mamás y también profesores,para explicar cosas trascendentales, importantes o delicadas, a los niños, y que las entiendan, sin obsesionarse con su significado. Cómo explicar la muerte, cómo decirles que la mayoría de la gente cree en un Dios, que además, recibe tres nombres diferentes, dependiendo de la religión que se profese, o por qué hay esa brecha tan abismal entre ricos y pobres...también cosas relativas al sexo o al amor, a la ideología, a los derechos y deberes...
En general, vuestras impresiones sobre estas preguntas que nos hacen los niños y que nos dejan algo K.O. fueron muy parecidas. Hay que responderles siempre. Tenemos que darles las respuestas que buscan, sí, pero ¿cómo? supongo que aquí entran en juego variables que dependen un poco de cada padre y madre, y también de su forma de educar.
Son muchos los padres que prefieren apostar por no hablar de temas muy significativos y trascendentales con sus hijos por miedo a que sus respuestas no le agraden a sus hijos o le hagan sentir incómodos. Seguramente, nuestros padres, que vivieron otra generación, donde el silencio estaba al orden del día, se sientan identificados con esta cultura del No contar, no preguntar, no saber nada...
En la actualidad se vive en un extremo totalmente distinto al anterior, en el que se debería hablar con antelación con nuestros niño de temas importantes. En la era del todo se sabe, todo se cuenta, todo se comenta...y se replica. El auge de las comunicaciones, las redes sociales, los móviles...todo tiene que ver para que ahora los niños sepan más, y quizá por ello, pregunten menos a papá y a mamá. La tele y el ordenador hacen ese trabajo. Ahora bien ¿qué filtros existen? No hay mediadores morales o éticos. Los niños pueden leer cosas absolutamente dantescas, erróneas, brutales, y no nos enteramos.
En fin, que sólo es una reflexión más de, hasta dónde sentarse y hablar con ellos de ciertas cosas, hasta dónde ese margen de autonomía para que ellos descubran ciertas verdades vitales por sí solos, sin que les perjudique el camino hacia ellas...¡qué difícil todo!
¿Cómo hacéis vosotros, papás y mamás?
Imagen via EL blog infantil.com