Saludos padres y madres lectores!
''No llores'', ''Eres tonto ¿o qué te pasa?'' ''Me vas a matar a disgustos'' ''Mamá ya no te quiere'' ''Mira qué bien lo hace tu hermano'' Son algunas de las expresiones comunes, pero fatales para la psicología de un niño, que solemos emitir cuando éstos nos sacan de nuestras casillas. Y es que, según una gran parte de la doctrina psicológica (de todas las tendencias y colores) hay expresiones que NO debemos usar bajo ningún concepto.
No entienden en el sentido figurado
El primer motivo es que son frases carentes de sentido y de intención, por sí mismas. De sentido, porque, lógicamente, cuando las decimos no somos conscientes de la literalidad de las mismas. Cuando le dices a un niño pequeño que 'te va a matar a disgustos', obviamente no quieres decir eso en el sentido estricto de la frase.
Hay que tener en cuenta que, la capacidad cognitiva del niño, no llega a los umbrales de entender el sentido literal de tus expresiones, por los que se frustrará pensando que, realmente ''la situación es mucho más grave''de la que señalas. Los niños no entienden la ironía, el sentido figurado o sarcasmo, al menos no cuanto son pequeños.
Fortalecer su seguridad & autoestima, en lugar de lo contrario
Segundo motivo: la intención. Como decíamos, por muy enfadados que estemos como adultos (padres, profesores, tutores) la intención con la que emitimos estas frases es siempre más despectiva de la que pretendemos y por lo tanto, sus efectos en los niños son nefastos.
Otras razones por las que debemos evitar decir frases de este estilo a nuestros hijos, tienen que ver directamente con la inseguridad que vamos a crear en ellos. Si a un niño le dices ¡eres tonto, no sabes hacer nada! no sólo no mostrará ningún esfuerzo en mejorar su conducta sino que, como señalábamos antes, pensará que es inútil ya que tomará las palabras en toda su literalidad.
No a las etiquetas en tus hijos El etiquetaje entre los niños es el 'pan de cada día', especialmente en la etapa escolar, en la que los menores pueden ser realmente crueles. Sin embargo, nuestro objetivo como adultos es No caer en estos clichés y evitarlos a toda costa.
Emitir ciertas expresiones comparando a tus hijos o destacando reiteradamente el defecto de uno, con respecto a las virtudes del otro es un gran error del que no somos conscientes, sobre todo cuando nos hacen enfadar. Podemos reprender una actitud negativa en nuestros hijos sin caer en el desprecio y en las faltas de respeto. Que sean niños no significa que no merezcan respeto total por nuestra parte. En el reportaje Enseñar normas a los niños queda muy bien explicado, por la experta, cómo establecer límites y normas de forma equilibrada.
Cultiva la inteligencia emocional Aunque, afortunadamente, la situación educativa está cambiando, y los patrones y clichés antiguos son sustituidos por otros nuevos más tolerantes y abiertos, aún hay muchos papás y mamás que no motivan a sus hijos a que desarrollen la parte más importante de su educación: la inteligencia emocional.
La psicóloga clínica y colegiada Maribel González advierte que ''muchos comportamientos agresivos que se dan en adultos en la actualidad tienen una relación directa con la carencia total de emotividad en su infancia''. ¿Qué quiere decir esto? Que tenemos que enseñar a nuestros hijos a identificar y expresar sus emociones, a reír, a llorar, a explorar, a ser autónomos y asertivos. Hablar con ellos y animarles a que definan las emociones como la duda, el miedo, la ilusión, la ira o la rabia, es muy sano y altamente beneficioso para su desarrollo. ¡No lo dudes, y dedícales tiempo!
Agradecimientos: a la psicóloga colegiada, (experta en Psicología clínica) Maribel González.
fotografías, por orden: Joelle Flickr y HoriaVarlan Flickr
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