¿Qué consejo le darías a una pareja para que mantengan su amor? ¿Has escuchado o leído alguna vez el consejo que suele darse a los padres cuando acaban de tener un bebé? "Buscar ratos para vosotros solos, hacer cosas juntos, salir a cenar solos de vez en cuando.....".
Es verdad, hacer y compartir cosas a solas con una persona fortalece la relación que hay con ella. Si hablas con tu mejor amiga por teléfono de vez en cuando en una de esas conversaciones en las que solo estáis pendientes de poneros al día, la amistad se mantiene y fortalece. Si dedicas tiempo a tu pareja y compartís buenos momentos, el amor sigue vivo. Incluso si trabajas en equipo, codo con codo, con tus compañeros de trabajo, el vínculo suele crearse por sí solo (con alguna excepción, claro.....).
¿Con nuestros hijos hacemos lo mismo? Damos la vida por ellos, cocinamos, les lavamos la ropa, los llevamos al parque, a los cumpleaños de sus amigos, les organizamos fiestas, les colmamos de regalos, los llevamos a parques de bolas..... pero ¿Les dedicamos algún momento especial, único, exclusivo para ellos? ¿Quedamos con ellos? ¿Tendríamos suficiente si nuestras parejas hicieran muchas cosas por nosotros pero sin embargo nunca tuvieran ni un momento para estar a solas con nosotros? ¿Para sentarse a hablar con nosotros?¿Para pasar un rato a nuestro lado?
Pero eso no es todo, porque ... ¿Y si nos dedica ese tiempo a solas del que hablamos, pongamos que vamos a cenar con nuestra pareja, pero ésta se pasa la noche enganchada al móvil? O ausente, pensando en sus cosas...... No creo que nos haga mucha gracia y no nos vamos a sentir demasiado bien ¿verdad? Necesitamos pasar tiempo con las personas que queremos pero además, necesitamos que ese tiempo sea de calidad, es decir: Que nos presten ATENCIÓN DE LA BUENA.
Pues exactamente eso es lo que necesitan los niños. El tiempo periódico y de calidad es lo que les ofrece la oportunidad de sentirse inmensamente queridos, únicos e incomparables. Tiempo con nosotros es lo que quieren los niños. Sentirse especial, querido, escuchado, tenido en cuenta, es un 50% de lo que un niño necesita para el desarrollo de su autoestima.
¿Qué son los encuentros verdaderos?
"El encuentro verdadero no es más que atención concentrada, intensa, que nace del compromiso directo y personal".
El encuentro verdadero es 1 de los 2 pilares para la formación de la autoestima en un niño. Como expliqué en el primer artículo de la serie, los 2 puntos claves para fortalecer la autoestima de nuestros niños son:
Los encuentros verdaderos.Un clima de seguridad psicológica en casa.
Los niños son muy sensibles al grado de atención concentrada que reciben, al que la persona que está con ellos "no esté por completo allí, con ellos y por ellos". Y nuestras ocupaciones del día a día muchas veces nos impiden "estar por completo" con el niño: el trabajo, la compra, las lavadoras, hacer la cena, planchar, barrer.....
¿Te vas haciendo una idea de como puede sentirse un niño durante el día a día en nuestras ajetreadas vidas? ¿Y que pasa si un niño no siente que recibe la suficiente atención? Que la buscará con todas sus fuerzas en el mejor de los casos portándose mal, o que abandonará la lucha y asumirá que no es suficientemente bueno para recibir la atención que tanto anhela.
Una puntualización: Cada niño tiene un grado distinto de necesidad de atención concentrada. Que un niño necesite más atención no significa que sea un caprichoso ni que tenga "mamitis", cómo tampoco se ha acostumbrado mal un bebé que necesita estar en brazos más tiempo que otros.
Llegados a este punto, en que ya sabemos que el proporcionar a nuestros hijos encuentros verdaderos es una parte muy importante para la formación de su autoestima, ¿qué podemos hacer para conseguirlo?: Abordar los encuentros desde 2 puntos distintos:
1. Diariamente. Practicando la atención concentrada.
¿Qué supone esto? Supone prestar atención de verdad cuando nuestro hijo nos habla. Mirándole atentamente, sin hacer nada más (las manos quietas, ni móvil, ni aprovechar para colocar la funda del sofá que se ha resbalado, ni nada de nada). Si cuando nuestro peque viene a explicarnos algo no podemos atenderlo porqué estamos liados en algo que no podemos dejar ( tenemos la sartén en el fuego por ejemplo, o estamos acabando un tabajo mega-hiper importante, o estamos cambiando el pañal a su hermanito) podemos decirle que en este momento no podemos atenderle como nos gustaría y que en cuanto (utiliza estas 2 palabras) acabemos con lo que estamos haciendo estarás encantada de escucharle. Y, por supuesto, en cuanto acabes con lo que estabas haciendo, ves a preguntarle para que te lo cuente, siéntate a su lado y escúchale.
Se trata de mostrar el mismo interés que muestra un niño cuando ve las hormigas por primera vez. De mostrar una atención plena.
No se trata de dejarlo todo siempre que el niño quiera contarnos algo, ni de tener que atenderlo siempre al momento (si podemos filtrar lo que es realmente importante y podemos dejar de hacer durante unos segundos o minutos para escuchar lo que nuestro pequeño nos está contando). Y se trata de no pensar en nada más que en lo que nos está explicando.
Tampoco es cuestión de forzar conversaciones y de "sentarse a hablar" para coserle a preguntas sobre cómo le ha ido el cole, que ha hecho, a qué ha jugado. Se trata de "Estar ahí para cuando él lo necesita", aunque sea para explicarnos lo que a nosotros nos puede parecer una "chorrada". En definitiva, cómo nos pasa con los amigos de verdad.
2. Periódicamente. Estableciendo citas con nuestro hijo, "quedando con él".
Cuando los niños se van haciendo mayores es muy recomendable crear citas con ellos. Podéis coger un calendario y marcar un día cada "x" tiempo para hacer algo juntos, solos, tú y él o ella ( no será una cita para hacer algo en familia, así que si hay más hermanos tendrás que repetir la operación con cada uno de ellos....por eso he puesto lo de cada " x " tiempo... ;) Ah! Y papá, también tendrá que buscar sus citas con cada un@ de sus niñ@).
No es importante la frecuencia de las citas, el encuentro constante es innecesario. Lo importante es la periodicidad, que cada cierto tiempo (si puede ser marcado en el calendario mejor), hagamos algo con ellos exclusivamente. Entre 1 vez a la semana y 1 vez al mes creo que está el punto óptimo para los niños a partir de 3 o 4 años.
"El niño necesita más atención concentrada de sus mayores cuando se encuentra sometido a tensiones. Los acontecimientos tales como el nacimiento de un hermano, la iniciación del curso escolar, una mudanza de casa, el exceso de competencia y las grandes decepciones son más fáciles de sobrellevar para el niño cuando las personas importantes que lo rodean refuerzan oportunamente la cantidad de encuentros verdaderos que sostienen con él". Fragmento copiado del libro, "El niño feliz, de Dorothy Corkille".
Otro punto importante es que el niño participe en la decisión del lugar dónde iréis o lo que haréis juntos. Dar opciones, proponer cosas, y escoger entre lo que esté a vuestro alcance. Si puede ser algo que implique colaboración "física" mejor. Jugar a la pelota, ir a nadar, construir algo, cocinar juntos...¡trabajar en equipo, vaya! También puede servir ver una película o ir a comer a algún sitio que le guste ( sobretodo para los más mayores) pero no es para nada necesario hacer algo que implique gastarse dinero.
No hace falta que te rompas la cabeza preparando manualidades, inventando cosas para hacer, o pensando a dónde ir para no repetir, más bien todo lo contrario, a los niños pequeños les gusta la repetición. Puede que decidáis ir todos los sábados por la mañana 1 hora a la biblioteca, hasta que queréis cambiar y entonces empezar a ir a nadar. Es muy posible que os paséis yendo a la biblioteca más semanas de las que te esperas (si el niño realmente ha participado en la elección del sitio).En saposyprincesas puedes encontrar algunas ideas, como realizar alguna de sus actividades extraescolares con él.
Para los niños menores de 3 o 4 años, los encuentros verdaderos son necesarios a diario, pero de otro modo. Los mejores momentos son durante las rutinas. Por ejemplo, la hora del baño o contar un cuento es un encuentro verdadero para los bebés. La comida, el cambio de pañal y jugar con ellos en casa son sus encuentros verdaderos. En bebés estos momentos son muchísimos al cabo del día pero más cortitos: pañales, pecho, biberón, baño, masajes.....Aprovechemos para olvidarnos de las prisas y prestarles la máxima atención (atención concentrada que hemos descrito antes), aunque tengamos a media familia alrededor hablándonos y preguntando cómo nos ha ido el parto. ¡Pasa de ellos y concéntrate en tu bebé!
Estos momentos son muy buenos para reforzar el vínculo de apego entre el bebé y el papá que pase más horas fuera de casa trabajando. Durante la baja maternal, si el papá trabaja, puede encargarse del baño, de la cena, de contar un cuento.....
Tu bebé se comunica con el llanto, es su forma de decir lo que le pasa. Desde el primer día préstale atención concentrada, no te está manipulando. La atención concentrada no significa que le des lo que pide, ni que corras desesperada a consolarlo. Ves tranquila, míralo, observa cómo llora y qué gestos hace, mientras le hablas y consuelas.
A medida que crezca y sea más autónomo, vendrá a explicarte "a su manera (que puede ser llorando)" sus problemas: Que se le ha destrozado la torre, que se ha hecho daño.... Escúchale, compréndele y "está ahí" cuando él te necesite. No le soluciones la papeleta, solo "Préstale atención concentrada".
Resumiendo:
Escucha a tu hijo olvidándote de lo demás cuando él te necesite. Y si no puedes atenderle explícaselo amablemente y dile que en cuanto termines le escuchara con las orejas abiertas. ;)Escucha de verdad, no pienses en la lista de la compra y le digas si, si, claro....Se dará cuenta. Pasa momentos con tu hij@ a solas, sin nadie más, periódicamente. Si comprende las semanas, apuntarlo en el calendario, o en vuestras agendas, como una cita muy importante.Dedicad esos momentos a hacer algo que hayáis acordado los 2 (dentro de los límites de actividades posibles), y a ser posible, actividades que impliquen colaboración y contacto entre los dos.Hasta aquí el artículo de hoy, ha sido largo ¿verdad? Pero es que los encuentros verdaderos dan mucho de que hablar. Es posible que me deje algo, que no quede claro alguna parte.... ¡No dudes en dejarme un comentario y preguntarme! Así podré resolver tus dudas y mejorar el artículo.
Aquí tienes el capítulo 0 de esta serie, la introducción: ¿Por qué se portan mal los niños? para que puedas leerlo si te lo perdiste.
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¡Y recuerda! La semana que viene hablaremos de la seguridad psicológica.