Es habitual que en el periodo vacacional, los niños sean protagonistas de noticias “desagradables” en los medios de comunicación. Noticias que no nos gustaría leer nunca. Ahogamientos, accidentes… Sin duda a los papás y a las mamás nos da un vuelco el corazón cuando nos encontramos con determinados titulares.
La mayoría de esos casos que acaban en tragedia se podrían evitar. En TUMINIYO os hemos hablado de prevenir sustos en las piscinas, e incluso de cómo evitar lesiones en los pequeños que nos acompañan en el coche. Hoy os queremos hablar de algo que suele ocurrir en las playas y que también se puede prevenir: niños perdidos.
Niños perdidos, un susto innecesario
Es normal. Hay mucha gente, muchos niños revoloteando alrededor…prácticamente imposible que en algún momento pierdas de vista al niño o a la niña.
Sin ir más lejos, en lo que va de verano, se han perdido más de 10 niños en la costa de Melilla.
La mayoría de las veces, los socorristas los encontraron jugando en la orilla sin un adulto cerca. Afortunadamente, la historia tiene siempre un feliz desenlace pero…el susto no te lo quita nadie.
Cómo evitar que el niño se pierda
Por eso queremos ofrecer una serie de consejos para que nada empañe un magnífico día de playa:
No perder nunca de vista al niño. Es difícil, lo sabemos, pero hay que estar con mil ojos.
Mostrar al niño el camino de “la sombrilla” a la orilla y viceversa. Cerciórate de que le queda claro.
Indícale al llegar dónde se encuentran los puestos de los socorristas. Si no nos encuentran a nosotros, es fácil que sí localicen estos puestos de salvamento.
En caso de no saber nadar, deben llevar siempre un sistema de flotación. Si se pierden en el agua, unos manguitos, o un “rosco” pueden ser de gran ayuda.
Colocar al niño una pulsera con sus datos identificativos. En caso de perderse, cualquier persona te puede llamar al número de teléfono que aparezca en ella.
Y tú, que haces para que asegurarte de que a tu peque no le pasa nada?
.