Por fin llegó el verano y algunos afortunados estáis ya disfrutando de unas tranquilas vacaciones en la playa o en la montaña, con vuestros peques. Sin embargo, muchos de los que tengáis en casa bebés pequeños, seguramente este año paséis vuestras vacaciones en casa, por miedo a que estar en la playa con ellos sea más que un disfrute, un problema. Pues estáis muy equivocados, podemos disfrutar en la playa con nuestros pequeños simplemente tomando algunas precauciones, ¿sabes cuáles? Son más sencillas de lo que podamos pensar.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el sol. Cuando vamos a la playa con niños, debemos intentar no permanecer allí todo el día, sobre todo durante la franja horaria de 12:00 horas a 16:00. La protección solar es fundamental también, en el caso de los bebés menores de seis meses, jamás deben exponerse a la luz directa. El factor mínimo debe ser de 30 y no podemos fiarnos de los días nublados, pueden ser los más peligrosos.
Por otro lado, al hilo del sol, aparece el calor. De nada sirve que nos esmeremos con el protector solar si no preparamos a nuestros hijos para el calor que van a sufrir. La hidratación es fundamental. El agua, los zumos o las frutas son perfectas para combartirlo, aunque si tu pequeño se alimenta a base de leche materna, no es necesario añadir más líquidos.
Respecto al mar, el tercer gran peligro de las vacaciones, debemos acercarnos poco a poco con los niños y mojarles en distintas zonas hasta que se aclimaten a las temperaturas del agua. Por supuesto, no deben meterse solos al agua, ni siquiera en la orilla, aunque hayan socorristas. A la hora de escoger protección para el mar, lo mejor es optar por los manguitos y descartar los flotadores que rodean la cintura, ya que las olas pueden dar la vuelta al niño y dejarlo con la cabeza bajo al agua.
¿Tienes pensado viajar con tu bebé a la playa?
Imagen: www.vacationplanning.net