Una buena opción para disfrutar con nuestros hijos antes de que llegue el buen tiempo es ir a la nieve. A todos los niños les gusta tirarse bolas de nieve, correr en trineo o hacer muñecos! Eso sí, hay que tomar precauciones, ya que el frío, los rayos del sol y el agua son grandes enemigos para nuestros pequeños.
Hay que tener en cuenta, que un día en la nieve agota mucho a los niños, respiran aire puro, establecen contacto con la nieve, y también hacen mucho ejercicio sin darse cuenta.
Es importante no abrigarles en exceso, pues normalmente acaban sudando y puede ser contraproducente, ya que cuando paren un momento, les puede quedar una sensación de humedad en el cuerpo que puede llevar a resfriados y catarros, por eso es aconsejable vestirles con camisetas de algodón que son transpirables y evitar los jerseys de lana que siempre les hará sudar más.
Es normal que los niños cuando están en la nieve, les guste rebozarse en ella, así que si no tenéis traje de nieve, es recomendable usar pantalones impermeables para ponérselos encima, lo mismo que para la parte de arriba. Es importante que el agua no les cale en la ropa!
Para proteger los pies, mejor evitar las botas de agua, ya que el frío atraviesa rápido la suela de plástico, ahí sí es importante hacerse con unas buenas botas de nieve o cualquier tipo de calzado con suela gruesa y si puede ser forro por dentro, ya que los pies de los niños son más sensibles a quedarse fríos. Y por supuesto, unas buenas gafas de sol para protegerles de los rayos, siempre y cuando os haga un día estúpendo!
Imagen: Tony Fischer Photography / flickr
¿Habéis llevado a vuestros hijos a la nieve? ¿nos daís algún consejo más?