No hay nada más personal que el nombre de una persona. Lo eligen nuestros padres y nos acompaña toda la vida. Imprime carácter, en ocasiones tiene historia o simplemente la moda hace que terminemos escogiéndolo. Indudablemente, algunas personas tienen en mente cómo se llamará su futuro bebé desde hace mucho tiempo. La decisión suele ser de la pareja en conjunto, pero a veces ponerse de acuerdo cuesta, por lo que viene bien tener en cuenta ciertas cuestiones:
- El nombre es para toda la vida: no pienses en el nombre de tu bebé simplemente mirando su carita. Tu bebé será niño y después se convertirá en adulto, por lo que debes tener cuidado con que el nombre que elijas no suena ridículo en el futuro.
- Cuidado con los nombres de moda: además de que suelen ser muy utilizados (por ejemplo, el caso de Letizia cuando se casaron los Príncipes de Asturias), pueden pasar de moda muy fácilmente. Solo debemos recordar los nombres célebres que se escogían en los años 60 con ese aire hippie que reinaba, los tiempos cambian.
- Medita mucho si escoges el nombre de un familiar que haya fallecido. Algunos expertos consideran que este tipo de marcas permanecen en nosotros y buscamos en el recién nacido la figura del familiar anterior. Es muy bonito honrar a una persona escogiendo su nombre para tu bebé, pero cuidado con no confundirles.
Además de esto tenemos que tener muy en cuenta la sonoridad del nombre junto al apellido. Si el primer apellido es muy largo o complicado de pronunciar se recomiendan nombres cortos y sencillos de pronunciar. Os dejo este post, donde podéis ver los nombres más elegidos el año pasado.
¿Sabéis ya como se va a llamar?
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