El texto completo dice lo siguiente:
“Hola me llamo Jasmín y ella es Cristalita. Te la tuve que dejar en tu puerta porque me dijeron que tú cuidas animales que no tienen casa y ella ya no va a tener porque mis papas no la quieren porque no es original. Como mi mamá y mi papá la quieren tirar, mejor te la dejo para que no pase frio y tenga comida. Yo no puedo cuidarla, solo tengo 7 años y no me dan mucho de recreo para su comida. Cuídala mucho por favor, te dejo 8 pesos y dile que la quiero”
Dicen en las redes sociales que no podrás contener las lágrimas. Y yo he sido una de esas. Me conmueve ver un animal en las calles. Me conmueve el bondadoso corazón de la niña. Me da rabia la actitud de los padres de familia.
Una vez más me doy cuenta que esas frases, a veces tan usadas, son demasiado ciertas: lo que hagamos con los niños ahora, será sin duda, lo que hagamos con el mundo mañana.
Todos estos valores y virtudes que esta niña tiene desde pequeña, si no son trabajados, fomentados por su familia se perderán.
Es mucho lo que este pequeño texto dice de esta niña. Es una niña generosa que no se preocupa solo por si misma, sino por otros seres vivos. Frente a unos adultos que parecen indiferentes al hecho de dejar a un ser indefenso en la calle pasando frío y hambre y muy probablemente expuesto a la muerte por ser apenas un cachorro, está niña se preocupa por lo que pueda pasarle. Quiere asegurarse de que esté bien.
No solo es generosa en esto, sino que además es capaz de desprenderse de sus bienes. Le deja los $8 que tiene.
Y además no juzga por apariencias. Creo que lo que más enoja del texto es el hecho de que los padres no lo quieren por no ser original. Por no ser de raza. Para ella esto no tiene ninguna importancia. Ella solo ve a un ser que quiere, y que la necesita.
Si esta niña encontrara una familia que hiciera eco de la gran sensibilidad que ha demostrado, en el futuro nos encontraríamos con una persona sensible no sólo a los animales que pasan necesidades, sino también a los seres humanos. Probablemente sea una jefa sensible con las necesidades de sus trabajadores, una buena amiga y sin duda alguna, una madre que va a educar a sus hijos en esta misma generosidad y sensibilidad.
Por el contrario nos encontramos con una familia que está formando a su hija en el egoísmo, en las apariencias, en la indiferencia. Es muy probable que si estos patrones de crianza se repiten, pronto las hermosas cualidades de esta niña vayan desapareciendo y pase de ser una persona que podría hacerle mucho bien al mundo, a un ser indiferente frente a las necesidades de los demás.
Lo que hagamos con los niños será lo que nuestra sociedad sea mañana.
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