La atención a los niños a partir de los cuatro meses de edad, los permisos de maternidad y paternidad llegan a su fin, y, al término de éstos, comienza un verdadero quebradero de cabeza para los padres.
En nuestro país, viven alrededor de 1.800.000 niños menores de un año, y sólo uno de cada cinco tiene plaza en un centro de educación infantil autorizado. A pesar de que el Ministerio de educación quiere diseñar un nuevo plan de acciones para escolarizar a al menos 300.000 niños en esta franja de edad. Por ende, la atención a los niños se dirige hacía las guarderías privadas y canguros parecen ser las únicas opciones viables. Ninguna de ellas es barata, por cierto.
La crisis no ayuda a decidir
Para ‘mayor inri’, el déficit económico que caracteriza actualmente a la mayor parte de los hogares españoles, supone un retroceso clave para poder iniciar los trámites de algo tan importante y que condiciona la educación de los pequeños, el quién les cuidará.
Lo primero que suelen hacer los padres a los que se les presenta esta tesitura es solicitar de inmediato una atención a los niños yendo a una plaza para sus hijos en las guarderías públicas con las que cuenta el estado.
Ventajas de una guardería privada Los precios de las guarderías privadas suelen oscilar en torno a los 200 euros al mes, pero depende mucho de las condiciones, los horarios y las prestaciones que ofrece el centro en sí. El factor geográfico, como en la mayoría de los casos, hace que los precios varíen mucho dependiendo de la comunidad autónoma y ciudad en la que viváis.
Supuestamente, la guardería ha de cubrir todas las necesidades formativas básicas que requieren los niños de esas edades. Además, la interrelación con los compañeros será muy beneficiosa para que socialice desde temprano, y estará atendido por profesionales en Educación infantil.
Por otro lado, es cierto que en las guarderías se cogen todo tipo de infecciones y enfermedades típicas en los niños, pero también gracias a ellas, los pequeños se hacen inmunes.
Por último, las guarderías, a pesar de ser privadas, suelen ser más económicas que una persona cualificada que cuide a solas del niño.
Ventajas de contratar a un canguro
El niño enseguida se familiariza con su canguro, ya que el trato es directo y personalizado, por lo tanto contará con esa ventaja en la primera toma de contacto.Además, en si eliges un cuidador, sabes que podrá estar más atento a la alimentación y la salud del pequeño, ya que el trato es mucho más cercano y especializado.
Otra de las ventajas que se suelen atribuir a dejar a los pequeños en manos de una persona de confianza es que así no salen de casa demasiado y contraen fácilmente virus y enfermedades que sí podrían adquirir en una guardería.
Los familiares, la otra gran opción
Algunas parejas de padres tienen la suerte de contar con un familiar cercano que puede hacerse cargo de los niños sin necesidad de que se le establezca sueldo, horario o algo por el estilo. Es el típico caso de los abuelos que ejercen de ‘padres’ a lo largo de la mañana, mientras éstos están en sus respectivos puestos laborales.Un cuidador suele ser un poco más caro que costearse una guardería, puesto que tienes que pagarle un sueldo mínimo a una sola persona que cumplirá con una jornada de al menos cuatro o cinco horas diarias de lunes a viernes.
Si estáis en disposición de elegir quién cuidará de vuestros hijos en los próximos meses, el factor ahorro es muy importante pero, tenéis que partir de la base de que la persona sea de total confianza, responsable, y a quien le guste estar con niños, lo demás es secundario.