¿Estás teniendo problemas con tu lactancia? ¿Se te ha retirado la leche pero querrías seguir amamantando a tu bebé? ¡Sigue nuestros consejos para conseguirlo!
Esta semana tenemos la suerte de contar con un testimonio real de una de nuestras madreybloggeras! Se trata de una historia real de cómo, tras retirársele la leche al poco de nacer su bebé, con mucha perseverancia y no dándose por vencida, recuperó su lactancia, que dura ya 4 meses, ¡y lo que le queda! Os dejo sus palabras deseando que os ayuden si alguna vez os véis en su situación.
“A los 28 días de tener a mi segundo hijo, toda la familia tuvimos una gripe estomacal (gastroenteritis vírica) que, aunque duró poco más de 24 horas, nos dejó a todos consumidos.
Pues bien, yo estaba amamantando a mi bebé exitosamente al empezar con aquella gastroenteritis. Estuve algo más de 24 horas sin tomar nada sólido. Procuré eso sí, mantenerme bien hidratada, reponer sales minerales y electrolitos, tomando bastante agua y suero de farmacia.
Mi mayor miedo era contagiar al bebé porque una gripe de este tipo en recién nacidos es muy grave y les afecta mucho más que a niños mayores y adultos. Así que, nos lavábamos todos mucho las manos, solo yo tocaba al bebé para ponerlo al pecho, ventilaba continuamente y lavaba sábanas cada día.
Finalmente conseguimos que el bebé, gracias a la higiene y a los anticuerpos de la leche materna, se mantuviese sano a pesar de la “ola vírica”.
El problema llegó cuando, a las 24 horas, ya cesaron los vómitos, pero también desapareció la producción de leche. Yo nunca había leído nada al respecto ni nadie me había contado algo parecido. Pensaba, como mucha gente, que cuando se “cortaba” la leche, se acababa la lactancia. Pero algo me animó a seguir. Yo sabía que si el niño estimula y lo pones al pecho con frecuencia la producción aumenta, pero mi hijo estaba muerto de hambre y de ahí no salía nada.
Busqué información sobre este tema, pero era muy escasa, imprecisa y contradictoria. Pedí cita con la matrona, pero me dieron para 5 días después.
Así que decidí, por intuición, probar a ponerlo al pecho cada hora y media o dos horas. Y después de cada toma sin sacar nada, le iba dando un poquito de leche mía que tenía congelada. Aumenté bastante mi ingesta calórica y de líquidos.
De esta manera, poco a poco, fue volviendo la leche y, en 2 o 3 días, ya casi estaba como antes. Me pareció un milagro volver a tener tanta producción tras aquello. A día de hoy, cuatro meses después, aún sigo amamantando a mi bebé con lactancia materna exclusivamente.
Después de esto, hablé con mi amiga Marta (Madre y Blogger), le conté la historia y le dije que me gustaría compartirla con otras madres para que, si les sucede algo parecido y desean mantener la lactancia materna, encuentren en su blog una historia real y consejos para intentarlo que realmente funcionan.“
¡Y no os olvidéis de que, igual que ella, podéis contactar con nosotras en caso de que queráis colaborar con una entrada! Si no os atrevéis a tanto, no os olvidéis de que podéis un comentario a continuación. ¡Nos encanta leeros!