PORTABEBES
Utilizar un portabebes para llevar a tu pequeño, no sólo es una cuestión de comodidad, sino también tiene mucho que ver con la forma de crianza.
En concreto, el porteo del bebé de esta manera representa uno de los ocho principios (o las «ocho b») de la crianza con apego que es el llamado babywearing y que proximamente trataremos en nuestro Blog.
Supone tener siempre a tu pequeño pegado a ti, con lo importante que es en esta primera etapa.
ORIGEN DE LOS PORTABEBES
No se conoce exactamente cuál fué el origen exacto de esta forma de porteo, pero parece claro que ha existido desde los inicios de la propia humanidad. Más si cabe teniendo en cuenta que un bebé es una criatura completamente desprotegida que necesita del cobijo y contacto de la madre.
De hecho, en todas las culturas y desde tiempos muy antiguos se ha practicado esta forma de llevar a los vástagos, aunque en cada una se la haya denominado de una forma distinta.
VENTAJAS DE LOS PORTABEBES
Es obvio que los portabebés son una forma muy cómoda de transportar a nuestro pequeño. Tanto para él, como para nosotros, ya que nos dejará las manos libres para hacer cualquier otra cosa.
Además, es una forma muy segura de hacerlo, pues todos estos modelos de portabebes incorporan varios puntos de sujección para el pequeño, así como diversos elementos para aumentar la comodidad del papá o la mamá que lo lleva como son el apoyo de cadera, una anchura adecuada de las bandas para los hombros, un buen acolchado, etc.
Dichos elementos son fundamentales si no queremos que nuestra espalda sufra después de portear durante un buen rato al bebé. Es cierto que aquellos modelos con asiento de cadera tienden a ser. como es lógico, algo más aparatosos que otros que no lo llevan. No obstante, merece la pena decantarse por uno de estos modelos cuando el uso que le vayamos a dar sea prolongado.
En cualquier caso, las mochilas portabebes son una buena solución para llevar a nuestro pequeño con total seguridad y dejarnos, al mismo tiempo, bastante libertad de movimientos como para hacer otras cosas al mismo tiempo.
Por lo tanto, y resumiendo lo dicho hasta ahora, ya tenemos claras las ventajas de los portabebés:
- el apego con nuestro bebé
- la comodidad
- nos deja las manos libres para poder seguir con otras actividades
TIPOS DE PORTABEBES
A la hora de comprar un portabebés, podemos optar por uno de estos dos grandes tipos: mochila o fular.
Las mochilas tienen, efectivamente, apariencia de mochila, por decirlo así. De forma que tenemos normalmente las correas para ajustarlo a la vista o algún bolsillo lateral que siempre resulta muy práctico, etc…Generalmente están diseñadas de forma que se pueden usar tanto por la parte de delante como por detrás (igual que llevaríamos cualquier otra mochila). Se trata de productos, al menos en apariencia, más elaborados que un pañuelo o fular.
Mientras que un fular portabebes es lo más parecido a cómo se realizaba el porteo desde la antigüedad. Esto no quiere decir que sea un simple pañuelo, ya que también hay algunos modelos que llevan el asiento para la cadera, por ejemplo. Son, por así decirlo, un método aún más «natural» de porteo.
¿QUÉ ES MEJOR?¿MOCHILA O FULAR?
No es que un tipo de portabebes sea mejor que el otro, lo que ocurre es que cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes. Además, la valoración que hagas de cada uno dependerá de tus propias circunstancias.
Está claro, eso sí, que portear con mochila o con fular es diferente:
el fular es más cómodo y agradable para el bebéla mochila es más ergonómica para llevar el peso
el fular tienes que anudarlo, aunque existen modelos de tela elástica que permiten dejarlo anudado antes y así luego sólo tienes que introducir al bebé
la mochila es más rápida de poner y quitar
el fular suele ser más económico
la mochila soporta más peso por lo que podremos usarla durante más tiempo.
Como veremos ya hay portabebes que son una mezcla de mochila y fular. Ésta nos parece, desde luego, la mejor opción. Aunque también podemos combinar ambos en función de la edad de nuestro pequeño.
Así, al principio después del nacimiento, el fular sería lo más recomendable por cómo sujeta y arropa al pequeño. Ya a partir del quinto o sexto mes, si vamos a seguir porteando, podríamos optar por una mochila que nos ayudaría mejor a soportar el peso sin hacer sufrir en exceso a nuestra espalda.
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