Autora: Tifany Santa María, redactora de Ser Madre
El apego de un hijo hacia su madre es inevitable, pero llega un momento en que mamá debe separarse para continuar con su desarrollo personal, profesional o laboral. En ese momento las cosas se ponen un poco complicadas para mamá e hijo. Por ello, vamos a compartir algunos consejos prácticos para despedirte de tu hijo sin llantos.
Antes que todo, debes tener en cuenta que existen algunos niños que pueden sufrir más que otros. Pero, lo importante es que es una situación que poco a poco pasará, siempre y cuando se asuma un papel positivo. Así que, uno de los primeros consejos es mantener la calma y transmitirle tranquilidad a tu hijo(a).
Al principio, será normal que, incluso, sientas culpa por el sufrimiento de tu pequeño(a), al punto de querer dejar tu trabajo y quedarte en casa. Cuando te empiecen a invadir esos pensamientos, recuerda los motivos por los que sales a trabajar y qué estás transmitiendo a tu hijo con ello. Sabemos que ser madre implica muchos sacrificios, pero gracias a estos tips te vamos a ayudar un poco.
¿Mi hijo sentirá ansiedad cuando me vaya a trabajar?
La respuesta es “sí”, pero es parte del proceso; además, esta ansiedad irá disminuyendo poco a poco. En esta etapa los bebés comprenderán que las cosas y las personas siguen existiendo, incluso, cuando estos no pueden ser vistos. Esto es conocido como la “permanencia del objeto”.
La despedida es obligatoria
Si piensas que despedirte de tu hijo(a) es muy doloroso para él o ella, te aseguramos que no despedirte es peor. Cuando te vas a trabajar y no te despides de tu pequeño(a), se sentirá desconcertado. No sabrá por qué su mamá ha desaparecido de repente si hace poco estaba en casa. Esa situación lo angustiará mucho y empezará preguntar por su mamá una y otra vez sin entender el por qué. Así que ya sabes, despídete de tu bebé y crea un ritual tranquilo y cariñoso.
Técnicas para despedirte de tu hijo(a) sin llantos
Si es tu primer día de trabajo, te aconsejamos dejar todo listo un día antes. Preparada su ropa de cambio, alimentos, pañales, etc. Así estarás un poco más libre durante el día para tomarte el tiempo adecuado para despedirte de tu angelito.
Cuando llegue el momento de la despedida, sonríe y modula una voz de seguridad. Dale un beso y dile que se divierta mucho y que pronto volverás.
La despedida debe ser fuerte, una despedida con optimismo, hablando que pronto volverás a casa. De esta manera, irás creando un hábito de despedida positivo.
Trata de que la despedida sea rápida y precisa. En caso que tu hijo llore mucho dile que apenas llegues a tu trabajo lo llamarás.
Una vez que te despidas no regreses, la idea es no prolongar ese momento sino hacerlo rápido y sencillo.
Usa la tecnología a tu favor, haciendo llamadas de voz o video para preguntarle cómo la está pasando (si tiene la edad suficiente, claro). También, puedes grabar una canción y enviársela. Debes hacerlo todo divertido!
Por último, recuerda siempre dejar a tu bebé en manos de personas de tu entera confianza y que además tu pequeño(a) se sienta tranquilo.