El termino disgrafía se utiliza para designar una escritura defectuosa del niño en la forma o en el contenido de ésta, sin que el menor presente un problema intelectual, neurológico o social. Normalmente, encontramos esta alteración de la expresión escrita asociada con trastornos del aprendizaje y/o del lenguaje, por lo que no empieza a manifestarse hasta los 6 o 7 años de edad.
Se conocen dos tipos de síntomas relacionados con el trastorno de escritura defectuosa. En primer lugar, señalamos los signos motrices o globales, que se refieren a la inadecuada postura al sentarse para escribir, coger mal el lápiz o bolígrafo, o escribir muy rápido o muy lento. Por otra parte, los signos específicos hacen referencia a la rigidez en la escritura, a la deformidad en las letras, o a apiñar las palabras o separarlas mucho, es decir, a la difícil comprensión del texto.
Establecer el tratamiento adecuado para corregir el trastorno de escritura defectuosa en el niño es labor de un especialista, junto al personal docente. Ambos reeducarán al pequeño en sus hábitos de escritura, para conseguir recuperar el adecuado manejo de la misma. Aunque no podemos olvidar que el papel de los padres también es esencial para seguir correctamente el tratamiento del trastorno.
En primer lugar, se prestará atención a la psicomotricidad, para que el niño sepa cuales son las posiciones adecuadas al sentarse para escribir, cómo debe coger el instrumento que va a usar y cómo ha de colocar el papel.
Asimismo, la caligrafía juega un papel esencial a la hora de tratar la disgrafía, ya que es necesario que el niño maneje y escriba correctamente y con la mayor fluidez posible todas las letras del abecedario.
Estimular los movimientos básicos de la escritura, es decir, lineas rectas y onduladas, también es muy positivo. Un ejercicio muy sencillo y útil es que hagan ondas y lineas en papel, trabajando la simetría, incluso repasar dibujos punteados.
La disgrafía es un trastorno significativo en la expresión escrita que, como se ha explicado, afecta a una serie de aspectos, por lo que no hay que preocuparse si el niño tan sólo presenta mala caligrafía o faltas de ortografía.
¿Tu hijo padece disgrafía? ¿Qué consejos nos das para tratar este trastorno?
Foto: Marind is waiting for les tambours de la pluie/flickr