Estamos en plena Semana Santa y aunque muchos de nosotros no cogemos vacaciones hasta el jueves, lo cierto es que seguramente todos estamos preparando con mucha ilusión todo lo necesario para disfrutar de nuestro lugar de destino. Para algunas mujeres, estas vacaciones van a ser muy especiales, puesto que en lugar de ser dos en la familia, su cuerpo alberga al futuro miembro de la familia, nuestro pequeño bebé.
¿Qué ocurre en estos casos? ¿Podemos irnos de vacaciones tranquilamente o debemos quedarnos en casa? Como ya sabéis, depende principalmente del momento de embarazo en que nos encontremos. Si estamos viviendo el primer trimestre, nuestro médico nos habrá recomendado tener mucho cuidado (e incluso en ocasiones, no viajar), ya que se trata de unas semanas clave en el embarazo. Por el contrario, si nos encontramos en la recta final, nos sentiremos tan pesadas e incómodas que viajar puede resultarnos un poco engorroso. Lo ideal es viajar si estamos en el segundo trimestre de gestación, las náuseas de los primeros días han remitido y aún somos lo suficientemente ágiles.
¿Qué debemos tener en cuenta? Principalmente, el medio de transporte. Debemos tener muy en cuenta la comodidad del mismo y sobre todo el tiempo que vamos a tardar en llegar a nuestro destino. Se recomienda evitar los trayectos muy largos, es mejor dejar esos viajes para cuando recuperemos nuestro cuerpo en su estado natural. Debes llevar todos los informes que tengas de embarazo, así como la tarjeta sanitaria por lo que pueda ocurrir durante esos días fuera de casa, aunque no tiene por qué ocurrir nada.
Cuando llegues a tu destino evita visitar lugares con demasiada altura, beber bebidas con hielo y sobre todo tomar cosas que no sepamos con seguridad que están perfectamente higienizadas. Siguiendo estos pequeños consejos, no tendremos ningún problema.
¡Disfrutad de las vacaciones!
Imagen: Schwangerschaft/flickr