Desde que era muy pequeña le inculqué que tenía que ser educada, comprensiva y generosa. Que estas, entre otras muchas, eran virtudes que todos debíamos poseer. Y por ello pensé, que si le transmitía este conjunto de valores, crecería siendo una buena persona y por mi parte, habría cumplido en mi rol como madre.
Pero se me olvidó enseñarle otros aspectos importantes de la vida. Como por ejemplo, que no todas las personas que se cruzasen en su camino tendrían buenas intenciones. Que habría gente que le haría sentir mal y tendría que aprender a defenderse, a ignorar los comentarios negativos típicos de la infancia y a continuar con su camino.
Según iba creciendo, entendí que debía empoderar a mi hija para que tuviese la capacidad suficiente de comprender que ella era una persona fuerte , capaz de conseguir cualquier logro en la vida, y que nadie, debía hacerle sentir lo contrario.
Al mismo tiempo que adquiría esa fortaleza, surgieron miedos provocados por los comportamientos tóxicos de otras personas o niños de su entorno. Frases como pareces un bebé, tu no puedes hacerlo o pequeños insultos y gestos intimidatorios que, en nuestro día a día, pueden parecer inofensivos. Pero sin embargo, hay niños a los que les afecta y mucho. Y entonces descubrí el libro De mayor quiero ser feliz.
Cuentos para potenciar la autoestima de nuestros hijos
El libro contiene 6 cuentos cortos con ilustraciones donde se trabaja la empatía, la frustración, la confianza, el agradecimiento y aprender a quererse a uno mismo. Potencia la autoestima e incita a los niños a utilizar un vocabulario positivo. También les ayuda a canalizar y exteriorizar sus sentimientos y la importancia de aprender a empatizar con los demás.Ayer celebramos el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Como a coincidido con el puente, no pude publicar el artículo a tiempo, pero igualmente os quería recomendar esta lectura tan productiva que a nosotros nos ha venido genial a nivel familiar.
Algunas noche leemos uno de los cuentos que vienen en el libro y la pequeña nos va poniendo ejemplos de situaciones similares en las que se ha visto involucrada ella, o alguno de sus amigos. Aprovechamos siempre ese ratito antes de ir a la cama para reflexionar, comentar actitudes que pueden mejorar y hacernos más felices. Pero sobre todo, a deshacernos de aquellos sentimientos negativos o que son dañinos.
Cada cuento, enseña a los niños técnicas para aprender a gestionar la frustración, canalizar las emociones, convertir sentimientos negativos en algo constructivo y fortalecer el amor propio. A veces nos centramos tanto en educar a nuestros hijos para que sean buenas personas y no hagan el mal a nadie, que olvidamos que a ellos también les pueden hacer daño. Y tan importante es respetar a los demás como hacerse respetar a uno mismo.
Si os animáis a leerlo, tenéis cualquier duda u os apetece, os invito a compartir vuestra opinión dejando un comentario al final del artículo.