Ocho días en la capital de la luz y del amor dan para mucho. Por lo pronto, dan para pasear, deleitarse con la belleza de sus calles y arquitectura y descubrir pequeños tesoros escondidos a la vuelta de una esquina. Hoy os enseño nuestro paseo por uno de los barrios más emblemáticos de París. En él reside la comunidad judía más grande de Europa, en él vivió Víctor Hugo y si os gusta el arte, no podéis perderos sus callejuelas llenas de galerías. Hoy paseamos por Le Marais.
Quizás lo más llamativo de este barrio sea su imponente plaza des Vosges que recibe su nombre de la región homónima de Francia en honor a los habitantes de esta zona que fueron los primeros en pagar correctamente los impuestos. Encargada por Luis XIII, se trata de la plaza más antigua de París. Construida con 36 pabellones de ladrillo rojo y dispuestos de forma simétrica, Des Vosges es una de las plazas más bonitas que hemos visto.
Podemos comenzar nuestro paseo desde la Plaza de la Bastilla, símbolo de la Revolución y de la que solo queda su columna de Julio y caminamos hacia la Rúa St Antoine desde donde ya veremos Des Vosges.
Continuamos nuestro paseo adentrándonos en sus soportales mientras disfrutamos de las galerías de arte que se disponen a cada paso y escuchamos el sonido de un chelo que retumba a lo lejos…
Mientras dejamos la música atrás, llegaremos al número 6 de la plaza Des Vosges. O lo que es lo mismo, la que fuera la casa de Víctor Hugo, padre de Les Miserables. Se trata de una casa-museo de acceso gratuito. No hay colas y es un buen punto de partida para empaparse del viejo París.
Si lleváis sillita infantil, debéis dejarla a la entrada del museo y recorrer a pie sus estancias en las que se encuentran objetos originales de la casa en donde vivió y murió el dramaturgo francés como su escritorio, sus objetos más personales y su habitación.
Y si vuestro hijo decide gatear por la moqueta original de Víctor Hugo, no os preocupéis, los responsables del museo son bastante permisivos…
Y mientras volvemos la vista hacia la fachada principal de Des Vosges, doblamos la esquina y nos adentramos en el Palacio de Sully sede hoy de los Monumentos Nacionales Franceses. De arquitectura clásica, con el uso de sillería, recibe a los visitantes con un cuidado jardín en donde los peques pueden disfrutar corriendo mientras huyen de la compostura más propia de los museos.
Al Palacio de Sully se puede acceder tanto por la plaza des Vosges como por la St Antoine.
Nosotros nos alojamos en este barrio, junto a la Plaza de la Bastilla. Es una muy buena opción si vais con niños porque el metro se encuentra a dos minutos. La zona está repleta de cafés, restaurantes con todo tipo de comida, desde marisquerías a comida étnica. Y si sois buenos caminantes, podréis ir andando a los principales monumentos como el Hotel de Ville, Notre Dame, La Conciergerie y Saint Chapelle. En otro post os hablaré de airbnb.com, nuestra opción de alojamiento para estas vacaciones.
Le Marais da para mucho porque desde los años 80′, es uno de los barrios preferidos por los parisinos que lo han convertido en zona de moda. Sin embargo, es a la vez tranquilo y ajeno al bullicio más propio de zonas como Notre Dame o Torre Eiffel por lo que si vais con niños, disfrutaréis al máximo de los paseos sin tener que zigzaguear entre masas de gente.
En próximos post, intentaré daros ideas para viajar en familia a esta gran ciudad. París ha sido todo un descubrimiento para nosotros aunque para Mr. Columpio ya ha sido su tercera vez. Es una de las capitales más cómodas si decidís viajar con niños pequeños por muchos motivos que os iré contando. Os hablaré de alojamientos, cómo moveros por una ciudad de 11 millones de habitantes, qué ver y qué hacer en la capital francesa y como no, os comentaré un par de detalles interesantes sobre cómo organizar vuestro viaje y evitar las largas colas de las principales atracciones y monumentos.
Hasta entonces, que disfrutéis de la semana!
.