¿Estáis arrugando la nariz?
Puede ser, es verdad, parece que me salgo del guión; pero es que tiene mucho encanto.
Un día, no sé cuándo, viajando por Oporto, el Príncipe y yo vimos una imagen que nos caló.
Quizá ya sabéis que en Portugal sigue habiendo lavaderos públicos, de esos que en Galicia quedan ya poquísimos y en el resto de España tres cuartos de lo mismo.
Este lavadero era nuevo, nuevico y grande.
El caso es que detrás de la estancia dónde se oía cantar alegremente, las lavanderas habían hecho un tendedero al más estilo de las casas de campo del sigo pasado e incluso del anterior: palo, piedras y cuerda.
Me encantó la imagen, me encantó el colorido y, sobre todo, me fascinó cómo una buena mujer fue capaz de colgar tantos calcetines de tantos colores y ¡¡emparejados!!!
Cuando sea mayor quiero ser como ella.
¿¡Cómo!? ¿No os habéis fijado?
Os pongo la imagen de nuevo, a ver si ahora lo veis más claro:
¡¡Feliz semana!!
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Esta entrada es para participar en DiarioDeco4, me gustaría que en la próxima edición el título fuese Objetos con significado.?