Y por qué me cuesta tanto
Cómo escribí en este post sobre mis traumas infértiles, el saber que nunca más volveré a estar embarazada y tener otro peque, duele. Es algo que sabemos y tenemos asimilado pero interiormente, el saber que no puedes tener hijos de forma natural es algo que siempre te acompaña. Y deshacerme de esa ropa es despedirnos definitivamente de algo que me costó muchos años conseguir.
Pero la vida sigue y hay que ir pasando etapas y la de Eloy de bebé ya pasó aunque para mí sea mi bebé toda la vida. Pero hay que mirar hacia adelante y recordar el pasado con alegría y esa ropa que lleva guardada más de un año no me alegra, al contrario, me produce angustia.
Ha llegado el momento
Si, el momento ha llegado y qué mejor que unos días de relax en casa para dar el paso. Nunca nos quedamos en casa en Semana Santa pero este año nos quedamos los 3 en familia, disfrutando que falta nos hace.
Por eso he aprovechado para dar el paso, para quitarme esa angustia y dejar el pasado atrás definitivamente y mirar al futuro con una sonrisa.
Donar o tirar
La ropa
Eso es algo que tenía muy claro desde el principio. Mucha, o casi toda la ropa de Eloy es de mis sobrinos y nos ha venido muy bien, por eso creo que lo mejor es donar y que alguien la disfrute igual que lo disfruté yo. Hay muchas personas necesitadas y ese tipo de ayuda viene muy bien.
Hay prendas que han sufrido mucho y, muy a mi pesar, las he tirado a la basura (odio como suena eso, es como tirar un trozo de tu pasado). Pero mucha ropa de bebé, aunque pase por varias manos, está como nueva y esa por supuesto va en a bolsa que irá a la guarde.
Los juguetes
En cuanto a los juguetes, con todo el dolor de mi corazón han terminado en el Punto Limpio. No son juguetes que hayamos comprado nosotros ya que la mayoría han sido heredados también de mis sobrinos, pero se les acaba cogiendo cariño. Aunque tengo que reconocer que los juguetes con pilas me gustan más bien poquito. Al final Eloy con lo que más juega es con los trenes de madera del Ikea y Aldi, las pelotas y un parking con rampa que le regalaron los Reyes Magos en Navidad. Los pianos, volantes de coche y demás juguetes sonoros, juega 3 minutos con ellos y los deja. Y menos mal porque algunos parece que los carga el diablo.
El paso definitivo
Cuando empezamos a juntar los juguetes para catalogarlos, puse este tweet:
Comenzamos también la operación limpieza de ropa y juguetes de bebé. Los juguetes van al punto limpio muy a mi pesar y la ropa la donaremos a una ONG que ha dejado bolsas en la guarde. pic.twitter.com/4f9YFR4lKe
— Paseando con Eloy (@paseandoconeloy) March 25, 2018
A las 2 horas o así, una chica que me sigue en Twitter me escribió por privado preguntándome si parte de la ropa y juguetes de los que me iba a deshacer se los podía dar a ella ya que no tiene nadie cerca que le pueda ayudar en ese aspecto. ¿Os podéis creer que ese mensaje fue el que me dio esa fuerza necesaria para sacar toda la ropa de las cajas y empezar a catalogarlas y meterlas en bolsas?
Aunque no la conozca personalmente, el saber qué niño tiene la ropita de Eloy es algo que me anima. El saber que realmente la tiene alguien que la quiere y la necesita me gusta. Lo hice hasta con ganas e ilusión. Le iba mandando fotos a la chica de las cositas que le iba a dar y le iba encantando.
Y al final, un año después, por fin he conseguido vaciar cajas y cajones y parece que la ropita de bebé es pequeña y que al final no tienen tanto, pero con la tontería habré llenado en total como 6 bolsas grandes. Y tengo que reconocer, que me he quitado un gran peso de encima. Al final, era algo que necesitaba hacer y que por fin, me he quitado de en medio.
Por eso, si has llegado hasta aquí y estás en una solución similar a la mía te recomiendo no esperar tanto. Cuanto antes lo hagas, antes te lo quitas de la cabeza y antes lo olvidas y al final, estarás más a gusto y feliz.
¿A vosotr@s os costó deshaceros de la ropa de los peques?