Como os conté en el post “Secuela del parto: dolor de coxis”, llevo con dolor de coxis desde poco después del parto. Hace año y medio (cómo pasa el tiempo), escribí ese post contanto sensaciones, pero hoy, año y medio después, quiero contaros cómo siguen los dolores y las molestias.
Hoy, en el Día Mundial contra el Dolor, quería volver a escribir contando cómo vivo con el dolor de coxis y cómo afecta a mi vida diaria.
Antecedentes
Después de ir a 5 sesiones de manipulación manual y con Indiba, cambié de clínica de fisioterapia y en la primera sesión me hizo una terapia craneo-sacral, una terapia muy suave que se realiza con la ayuda de las manos desde la cabeza hasta el término de la columna vertebral, con la finalidad de evaluar y estimular el funcionamiento craneo-sacral del organismo. De esto me enteré en la segunda sesión cuando le pregunté a la fisio qué había pasado en la primera sesión, ya que como os conté, estuve llorando bastantes horas y al día siguiente seguía muy baja de ánimo.
En esta segunda sesión empezó como en la anterior mirándome la columna vertebral y colocando cada vértebra en su sitio. Una vez todo en su sitio, comenzamos de nuevo con la terapia craneo-sacral. Le comenté que yo siempre he sido de fisioterapia pero manual, de la que hace “pupita” y que esta terapia no era algo en lo que en principio yo creyera pero que después de la primera sesión, me fiaba de ella.
El dolor se había ido, apenas me dolía. No me lo podía creer y encima todo el lastre que tenía del parto y la lactancia se habían ido para empezar a vivir una nueva maternidad sin culpas. Pero no todo es tan bonito como parece. Fui a tres sesiones más y decidí que pasara un tiempo para ver si la cosa mejoraba y el dolor se iba definitivamente.
Algo que no me gustó en el momento que dije que me iba a tomar un tiempo es que me volvió a pedir la resonancia magnética (está en mi historial médico de la app del hospital), la volvió a ver y se fijó mejor que la primera vez. En ese momento vió que tenía inflamación en los ligamentos cercanos al coxis. Creo que es algo que se podría haber visto el primer día y haberlo atacado casi desde el principio, pero eso ya no importa.
A día de hoy
Después de esas 5 sesiones, por unas cosas o por otras no pude volver pero tengo que decir que el dolor “casi” se fue. No ha desaparecido al 100%. Pero de no poder sentarme ni en el sofá de casa ni de poder llevar una vida normal, he pasado a casi olvidarme del dolor. Aunque todavía hay ciertas situaciones en las que el dolor vuelve a aparecer y a veces como al principio:
Si me siento en una silla dura o en un taburete en un bar.
En estos casos prefiero estar de pie. Hace poco tuve una reunión con taburetes altos y duros y tuve que ponerme de pie porque el dolor era insportable.
En el trabajo
Aunque intento estar bien sentada y mi silla es muy cómoda, hay veces que tiendo a “recostarme” y acabo apoyándome en el coxis lo que me genera algunas molestias. Por suerte es puntual.
Cuando me viene el periodo
Esto no se cumple siempre pero hay veces que con el cambio de tiempo, el periodo y demás, algo hay que afecta a que duela.
¿Se acabará yendo?
Pues es algo que me pregunto cada día. No sé en qué momento esa inflamación se puede ir sin ninggún tipo de tratamiento pero tampoco sé seguro el tipo de tratamiento que debería seguir para tratarlo.
Sé que es algo que debería cuidar más. Debería preocuparme más pero ahora con el peque y el trabajo se me hace un poco cuesta arriba y digamos que, los médicos que me han ido viendo, no me han tomado nunca demasiado en serio, ni cuando iba llorando por las esquinas. Y ahora que me duele sólo en casos puntuales, no creo que pueda acceder a ningún sitio.
Unidad del dolor
Hace un tiempo me enteré de la existencia de la Unidad del Dolor y me estuve informando. Está en muchos hospitales y todo el mundo que lo necesite puede acceder a ella aunque hay bastante lista de espera. Y eso es lo que me tira un poco para atrás, porque aunque ya me encuentre mejor, me gustaría que el dolor desapareciera por completo. No tener que preocuparme más dónde me siento.
Si queréis más información, los podéis seguir en twitter a través de su cuenta Tu vida sin dolor.
Poco a poco espero que vaya pasando y que algún día desaparezca del todo pero mientras, habrá que aprender a convivir con ello.