Uno de estos patrones tiene que ver con la movilidad. Es decir, cómo afrontan los desplazamientos que tienen que hacer durante su día a día laboral, familiar y social. Se trata, en cualquier caso, de una cuestión que el 23% de las embarazadas encuestadas por la Fundación RACC afrontan con miedo y limitaciones, y a un 66% de ellas también les gustaría recibir información contrastada sobre movilidad y embarazo.
Mejor como copiloto
Un 88% de las mujeres consideran una cuestión importante su movilidad durante el embarazo.
El estudio también pone de manifiesto que, a medida que avanza el embarazo, disminuye a la mitad la proporción de mujeres que conducen. Según Lluís Cabero, jefe de ginecología y obstetricia del Hospital Quirón Barcelona, los motivos que justifican esta decisión son varios. Por un lado a medida que el útero aumenta, cuesta más hacer los movimientos que se suelen hacer para una correcta conducción, y por otro, se teme más un posible accidente por la facilidad de darse un golpe en la barriga con el volante.
Esta reducción a la mitad de mujeres conductoras durante la gestación coincide con un fenómeno que está directamente relacionado. Se triplican las mujeres embarazadas que circulan en coche como pasajeras, y sólo un 16% de mujeres deciden reducir o eliminar el coche a medida que avanza la gestación.
Lo que si que está claro es que la mujeres embarazadas abandonan los vehículos de dos ruedas, bicicletas y motos, durante el período de gestación. Es el caso del 85% de las encuestadas. El motivo que empuja a tomar esta decisión es el riesgo de perder el equilibrio y, por tanto, la posibilidad de accidentes, aunque sean pequeños, aumenta.
Poco valoradas
Se podría pensar que el transporte público, entonces, se convertiria en el gran aliado de las mujeres embarazadas, pero la realidad es que el 40% perciben que la sociedad no valora suficientemente los aspectos relativos a su movilidad. Además de la falta de sensibilidad a la hora de ceder asientos a las personas con movilidad reducida, entre ellas las embarazadas, el miedo a las escaleras, los posibles golpes y las aglomeraciones, son los principales motivos que esgrimen las mujeres que no optan por el transporte público, priorizando un uso confortable cuando se desplazan.
Favorecer la visibilidad de las plazas reservadas para embarazadas y procurar su buen uso; enriquecer los mensajes sobre la disponibilidad de plazas reservadas y la obligatoriedad de cederlas o fomentar una conducción suave a los diversos medios de transporte público, en particular a los buses, para eliminar el riesgo de caídas o de golpes en arranques y frenadas, entre otros, sería un gran avance y posibilitaría que muchas de las embarazadas optaran por este medio de transporte.
La conducción durante el embarazo. ¿Cuáles son las precauciones más frecuentes?
Según el estudio elaborado por la Fundación RACC, CatSalut y la Fundación Faros, los hábitos de seguridad que más se acentúan durante la conducción cuando se está embarazada, junto con el uso del cinturón (99% de las encuestadas), son circular a menor velocidad (64%) y dejar más distancia de seguridad (69%).
Otras precauciones que las conductoras redoblan durante el embarazo son detenerse a descansar más a menudo, para poder estirar las piernas. Además, también intentan hacer menos adelantamientos (50%), evitan situarse cerca de los camiones (41%) y desplazarse en horas punta (36%).
El adaptador para el cinturón de seguridad
Pese a que el 99% de las mujeres embarazadas utilizan el cinturón de seguridad durante sus desplazamientos, hay un 12% de conductoras que no conocen el adaptador para el cinturón de seguridad, mientras que un 42% lo conocen pero no lo utilizan . Unos hábitos que conllevan una serie de riesgos tanto para el feto como para la madre.
Cabe señalar que los adaptadores hacen que la cinta del cinturón de seguridad no pase por encima de la barriga, lo que evita que, en caso de accidente, el feto reciba una vez por encima del cinturón. Lo que no evita pero, es que, el niño rebote hacia atrás y choque contra la columna materna, con el consecuente riesgo de traumatismo en el feto o de desprendimiento de placenta. En todo caso, apunta Cabero, “es del todo necesario que a partir de la semana 18 a 20 de embarazo se utilice el adaptador“.
La entrada El embarazo y los patrones de movilidad aparece primero en Quiero ser mamá.