No hay que ser un genio de la literatura. Para trascender con las palabras solo hay que decirlas claramente y sin apegos a qué o quién dirá algo sobre ti. Así pasó con estas palabras de una figura muy importante del medio artístico de mi país, que en paz descanse: Don Yaqui Núñez Del Risco.
A veces vivimos momentos dolorosos, difíciles, tormentosos, pero debemos tener la suficiente entereza, coraje y fe para esperar que pase el temporal y baje la marea.
Puedes emitir los juicios que entiendas sobre otras personas, porque en el momento solo estas pensando en ti, en tu corazón y en tu condición. Dejas de lado las razones por las que la otra persona hizo, dijo o tomó tal o cual decisión.
De mi parte, a quien es calumniado, criticado o en contra de su persona otros se dedican a emitir juicios sin conocer el trasfondo del asunto, llevándose solamente de su momento y su pensar, solo les puedo recomendar que guarden silencio.
El silencio tiene el beneficio principal de que ves pasar delante de ti todas las emociones del otro mientras armas tu estrategia de respuesta. Observar como si se estuviera mirando desde fuera las escenas de tu vida, te dará la ventaja de analizar todo el contexto y prepararte para sostener una conversación con altura y distinción el día que tu atacante principal quiera agredirte en público o hablar de ti con personas que pudieran cerrar puertas para tu desarrollo.
Solo hay que dar tiempo al tiempo. Hay uno que todo lo ve. La justicia tarda pero llega. Decía una maestra de primaria en mi colegio: “El golpe avisa”.
Hasta la próxima.