No es tarea fácil, es como la tarea de acompañar en Logoterapia: es tarea de amigos, de amores, es una unión de almas. Contamos con la esperanza de que ellos vean algún día y finalmente nos valoren. Mientras tanto toca hacer lo que hay que hacer bíblicamente: instruir al niño en su camino. Yo les digo a los míos: tendrás toda la vida para darte cuenta de lo que te enseño día a día y verás si yo tenía o no tenía razón.
Yo felicito en el día de las Madres a todas las que parieron con el cuerpo y a las que parieron con su alma, pues se requiere una alta dosis de amor asumir este trabajito por gusto, pues el mismo deja sus satisfacciones, unos días claros, otros oscuros, unos alegres, otros difíciles, pero siempre el resultado nos llena el alma y el corazón. Hoy por ejemplo, a mi hija no le fue bien en su examen final de matemática en inglés. Me preguntó: “¿mamá, se va a acabar el mundo porque saqué mala nota en el examen?” Di una vuelta fuera de la habitación y argumenté mi respuesta. Me salió del alma. Le dije: “No. El mundo no se va a acabar por eso, pero duele saber que todo el esfuerzo que hacemos tu padrastro y yo para que cumplas tus deberes, tengas las tareas listas, hagas los proyectos y siempre cumplas con lo que el colegio solicita, se evapora en un examen del cual no obtuviste mejor calificación porque no te interesa prestar atención a las clases. Lo que duele no es el número, sino el tiempo invertido en que persiguieras la excelencia y a ti simplemente no te interesa.”
Mi hija solo tiene 8 años, pero si bajo ls guardia ahora, no sé qué será de los niños que estamos criando hoy día cuando crezcan y tomen sus propias decisiones. La verdad es que el trabajo de ser madre o padre no tiene garantía a largo plazo. Luchamos día a día en contra del bombardeo mediático, las redes, la música, el Tik Tok y demás yerbas aromáticas… La verdad es que es una tarea agotadora, que al final da ciertas recompensas toca confiar a Dios su futuro y hacer nuestro trabajo en su presente.
Si tienes hijos, sabes a lo que me refiero. Una vez escribí que a los hijos hay que enseñarles varias cosas para que se les queden buenas lecciones para su futuro. Pero lo que propongo hoy día es enseñarles con pasión y compasión. Ahora más que nunca carecemos a nivel global de pasión por la excelencia, por hacer las cosas bien, por obtener buenos resultados. La autocompasión también es efectiva para mantener el alma y la mente sana. La compasión por el otro, ezycasi un requisito indispensable para mantenernos siendo humanos. Es todo lo que te quise decir por el momento.
Gracias a la madre mía que me enseñó todo lo que yo hoy estoy pasándole a mi descendencia. A fuerza de pulso sí, les enseño, pero sé que vale la pena y la alegría, y que el resultado puede que sea bueno.
Feliz día de las Madres.
Hasta la próxima.