Retomando mis escritos y volviendo a estudiar Logoterapia, me doy cuenta de que mi sueño sigue ahí: sutil, intacto. Quiero acompañar personas y ayudarles a encontrar sentido.
La frase del Dr. Frankl me recuerda que no importa la circunstancia que esté pasando en el mundo exterior o en mi mundo interior, debo ejercer el autodistanciamiento y la autotrascendencia. Autodistanciamiento es ver desde “afuera” para poder elevar mi conciencia y la autotrascendencia me lleva a sostener con fuerza mi sueño, eso que quiero lograr al salir de la circunstancia adversa.
Una vez me invitaron a hacer un ejercicio interesante, en el cual pude identificar los lastres que no me dejan avanzar. Y descubrí que tenía falta de confianza en mis capacidades y temor a no lograr lo que deseo. Es momento de ser más seria conmigo misma y establecer una postura ante la vida con mi carrera y estudios debajo del brazo. Es momento de definir el rumbo profesional. Ya he superado mucho y he madurado al punto de sentirme en la capacidad de ayudar a otros. Y me sigo preparando para este trabajo tan hermoso.
Si estás pasando por una ligera o intensa crisis existencial, te invito a que hagas una pausa, redefine lo que quieres. Esta pandemia nos ha hecho replantear muchos asuntos. Escribe todo, no dejes “cabos sueltos”. Inspírate y piensa en la siguiente pregunta: ¿Qué tiene que pasar en mi vida para realmente darme cuenta de que no estoy viviendo la vida que deseo?
Eleva tus estándares, tus valores, tus metas… Y verás que esta situación podría dar paso a una mejor versión de ti. Crea una vida de la cual no quieras salir.
¡Hasta la próxima!