El ser humano, a lo largo de la historia, se ha privado con el pasar de los años de instintos que en la antigüedad le acompañaban. Antes, los instintos animales nos preparaban para la acción, es decir, saber qué hacer en cada momento. Luego, según evolucionaba la raza humana, las épocas históricas, entre otros acontecimientos, nos dieron las tradiciones para saber como actuar en los distintos escenarios de la vida. Y así, por tradiciones y costumbres aprendimos lo que bueno y lo que no es aceptado como sociedad.
La crisis de valores que vemos como una epidemia, no es mas que la pérdida de esas buenas costumbres que nos enseñaron. Un valor, es cualquier cosa que me resulte beneficiosa para mi. Los valores son el motor de nuestra vida. Los que son verdaderos, producen en nosotros crecimiento. Los antivalores, opuestos a los anteriores, son aquellos que nos maltratan el espíritu y nos alejan de Dios.
Existen valores que son universales: las virtudes humanas (respeto, tolerancia, etc.), los valores absolutos (amor a la vida, entre otros) y los valores cristianos. Este grupo es universal y lo vas a ver en todas las culturas, de una u otra manera.
En logoterapia, hay valores que nos ayudan a encontrar sentido:
Los valores creativos, son aquellos que nos permiten trascender llevando a cabo un acto. Es buscar como dejaremos esta huella perdurable en el tiempo. Muchas personas lo hacen desde su rol como padres, algunos fundan asociaciones y entidades sin fines de lucro simplemente porque sienten que es el regalo que le deben a los demás. Estos valores creativos, hacen que el ser humano encuentre sentido en la actividad que realiza.
Los valores experienciales, son aquellos que nos dan la oportunidad de vivir ciertas experiencias, desde una puesta de sol que se contemple hasta un momento de una rica taza de cafe en compañia de una amiga, hacen que tengas la sensación de bienestar, de disfrutar, experimentar y hasta atrapar esos momentos inolvidables. Aquí entra el amor, la familia, las amistades, etc.
Los valores actitudinales, son los que se componen de las virtudes como la valentía, la compasión, elegir la vida a pesar de cualquier circunstancia, enfrentar las dificultades con buen humor, entre otros.
Hay que abrir los ojos del espítiru para descubrir nuestro sentido. Más alla de ser, hacer o tener, es preciso que descubramos lo que a nosotros nos hace encontrar sentido en nuestras vidas.
No permitas que tus años pasen en vano, y sentir un día que nos has hecho nada para vivir. El mundo necesita personas apegadas a valores universales y valores como los clasifica la logoterapia. No bajemos los brazos, aunque el otro no responda de la manera que respondes tú. Guarda tu alma y corazón, nútrelos de cosas buenas. En la vida no siempre nos tocan la canción favorita, sin embargo, tenemos el chance de seguir moviendo los pies y tratar de alcanzar el ritmo.
En la segunda carta de Timoteo 1:7 dice: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder y amor y dominio propio.”
Entonces, si la responsabilidad es nuestra, por nuestra vida y nuestros actos, ¿qué vas a hacer tu ante las circunstancias adversas que te toca vivir?
Hasta la próxima.