Antes no habíamos escuchado este término, al menos no en todo el mundo y al mismo tiempo. Ha sido una etapa de nuestras vidas tan distinta, donde no teníamos precedentes de una pandemia, y donde nuestro sistema interno por momentos se ha sentido “en el aire”. Por suerte nuestra, todo lo que necesitamos pata transitar y encontrar sentido en esta situación son recursos que están dentro de nosotros mismos.
Muchas personas alegan que después de esto “viviré más”, “disfrutaré más”, “amaré más” “me cuidaré más”. Son frases muy alentadoras para el proceso de humanidad compartida que hemos estado viviendo las últimas semanas. Sin embargo, me pregunto: ¿Qué pasará con aquellos individuos que esta pandemia no les cause ningún cambio? ¿Qué pasa con esas relaciones donde pensabas que eras importante para esa otra persona y esta etapa lo que ha hecho es confirmarte que no es así? La desescalada también es emocional. Mucho se ha compartido en las redes y la prensa de que después de esto seremos mejores seres humanos, pero habemos personas (y me incluyo) que hemos puesto en marcha la desescalada de las relaciones sin sentido. Dice mi maestra en Logoterapia, la Dra. Sandra Barbero, que no hay mejor meditador que el trapeador, el fregador, y quien hace los deberes de hogar, porque pasa muchas horas inmerso en una sola cosa: eres tú, tus pensamientos y los deberes. Y en estas ocasiones, me pregunto, muy a menudo realmente: ¿qué va a pasar con esas relaciones donde te diste cuenta de que no tiene sentido sostenerlas? ¿Después de esto qué? Verdaderamente, esta pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de ti, ¿no es así?
Si solías ser bondadoso y amable, ahora tuviste que elegir si potencializar esta cualidad o recogerla hasta que pase todo. Si te sentiste utilizado por los demás en su trato contigo, ahora te das cuenta de con quien cuentas realmente. Este es un momento donde el modo “auto” se ha puesto en marcha: autocuidado, autoestima, autocompasión, autonomía, autodistanciamiento, autotrascendencia.
Sin duda, no saldremos igual de esta. Muchos apuestan a que saldremos siendo mejores personas, pero hay otras tantas que saldrán de esta situación tomando decisiones precisas, y no a todo el mundo le van a gustar esas decisiones que tomes, pero así dejarás de estar desperdiciando tu vida en lugares equivocados. Hay personas que quedarán sedientas de apoyo emocional y psicológico, porque el sentido no pudo ser encontrado en todo este tiempo de confinamiento. Si sientes que has perdido el sentido en esta época es porque realmente no lo habías encontrado anteriormente.
Pienso que es momento de poner en una balanza todo lo que tienes y los que has conseguido, así como someterte a una evaluación real de qué has hecho con tu vida hasta el momento. Yo decía hace unos días, a varias personas, “este es el momento donde los que no supimos sembrar, entonces no podemos quejarnos por no tener cosecha”. Y es así, si llegaste a la pandemia sin ahorros, sin seguro, sin trabajo, es porque no has estado consciente de que lo que siembras, cosechas. Y con esto no estoy señalando a nadie, porque mi caso es precisamente ese: no sembré, por tanto la cosecha no ha sido vista por mis ojos. Precisamente en este tiempo he replanteado mi posición en cuanto a dinero, trabajo, ahorros y futuro, esto por mi salud mental futura y por el bien de mis hijos, porque Dios me libre de que uno de mis hijos en el futuro no tengan sustento para comer o pagar su casa, escuela de sus hijos, o cualquier otra necesidad y que yo como su madre no puede ayudarles realmente. Tenemos mucho que aprender, definitivamente.
Haz una lista de todo lo que no te ha salido bien en esta época, y replantéate. Es momento de no desperdiciar más tu tiempo, sea a nivel profesional o personal. Es mi humilde invitación.
Hasta la próxima.