Me encanta ir al teatro. En algún momento de mi vida iba bastante seguido y solía estar muy al día en la cartelera nacional. Pero, con la llegada de mis niños mis idas al teatro desaparecieron. Sin embargo, no lo hicieron mi gusto y admiración por este tipo de arte. Por eso, en cuánto vi el anuncio que publicó una amiga en Facebook sobre un taller de teatro para niños, corrí a averiguar al respecto y sin dudarlo matriculé a mis dos hijos mayores.
De eso, ya pasó más de un año y sólo continúa en clases mi hijo mayor. En este tiempo he visto muchos cambios positivos en cuánto a su relación consigo mismo, su producción creativa y su seguridad escénica. Así, que decidí conversar con Carolina, su maestra, quién además de tener una excelente llegada con los niños, tiene una visión del teatro y sus oportunidades para los niños sumamente interesante. Conversando con ella, me di cuenta de que el teatro va más allá de la puesta en escena y trae beneficios en el proceso creativo y el desarrollo emocional saludable de los niños. Y acá comparto lo que conversé con ella sobre el teatro y los niños.
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En tu experiencia, ¿Cómo ayuda el teatro a la formación de los niños? El teatro, en primer lugar, hace que el niño se ría de sí mismo y que pierda temor a comunicar sentimientos, porque actúa de otro y es a través de ese otro que puede expresarse con más libertad. Cuando un niño se bloquea por no poder ser como se espera que sea o como él mismo espera ser, puede a través del juego, desarrollar una propia creación que le dará seguridad y confianza en él mismo, en lo suyo. También ayuda al proceso creativo, pues la creatividad debe ser trabajada con cierta estructura, de tal manera que pueda ser libre dentro de las reglas planteadas. Esto es importante para la mente saludable del niño porque crecerá creyendo que él puede determinar sus propias decisiones, elecciones (al jugar y hacer teatro, todo el tiempo tienes que decidir sobre un inmenso lienzo en blanco), él es el creador de sus acciones. La creatividad libera las trabas que a veces la sociedad o nosotros mismos nos imponemos, nos abre la mente a diferentes posibilidades frente a las dificultades. En los cuentos o historias, el niño se atreve a expresar lo que le cuesta, le da miedo o vergüenza como sí mismo. Los personajes creados por los niños están compuestos de las fantasías, los miedos que quiere vencer, los logros, los recuerdos, lo que el niño cree que no puede hacer, todo eso el niño lo pone en un personaje… se va conociendo a sí mismo más.
Siempre nos dicen que si tenemos un hijo tímido debemos meterlo a clases de teatro. ¿Por qué crees que nos dicen esto? En un principio, uno cree que lo importante del teatro es que el niño esté de pie, muy valiente, frente a muchas personas, actuando… pero eso es sólo una consecuencia de un proceso de creación y de ensayos. Lo importante que el teatro trabaja en el niño y en su timidez, es la amistad que crea con su equipo, es lo que enfrenta al crear un personaje que ni se imaginó, es la empatía que debe tener para crear un personaje diferente a él. Es en este proceso que el niño se enriquece, y ya llega a una función de teatro, con un personaje y grupo sólido para hacer lo que tiene que hacer en escena. El teatro lo hace perder el temor frente a sí mismo, más que frente al público. El público viene al final de un largo proceso. La timidez la irá perdiendo, por el grupo humano que forme en la obra o taller, y porque irá perdiendo el miedo a sí mismo y a mostrarse como es.
¿Cuál es la edad ideal para empezar con los talleres de teatro?
Uno puede empezar a hacer teatro, si quiere, a los 60 años. No hay edad para empezar. Si quieres hacer una carrera teatral, también puedes empezar luego de haber trabajado en otras cosas. Yo tomo el teatro para niños como un espacio para que el niño adquiera muchas herramientas que lo harán mejor persona y más feliz. Los primeros 10 años son fundamentales para el desarrollo general del niño, y creo que el teatro colabora en su formación: cuando juega con muñecos expresa con su voz lo que vive en casa, en el colegio, en la calle… también con su cuerpo. El teatro es muy completo porque involucra el cuerpo y la voz. Yo asumo el teatro como una herramienta que lo ayuda a ser más feliz y expresar sus emociones y componer historias (es una manera de organizar sus pensamientos), en un mundo que avanza abrumadoramente a través de la tecnología y que nos corta maneras de expresarnos y relacionarnos.
¿Por qué te parece importante en la formación de los niños que incluyan clases o talleres de teatro? Porque le enseña al niño otra manera de mirar el mundo. No dibujando, no esculpiendo, si no representando historias o mitos que se acercan a la realidad. Les permite construir su lenguaje, desarrollarlo, expresarse como necesitan, a través del cuerpo y la palabra.
En general ¿Cuáles son los beneficios que el teatro brinda a los niños? ¿Por qué recomendarías a las madres matricular a los niños en talleres o clases de teatro?
El teatro le da seguridad al niño para conocerse, decir quién es, conectarse con sus emociones, comunicarse y expresarse mejor ante los demás. Lo ayudará a relacionarse, a crear historias (organizar su pensamiento de manera creativa), a perder miedo y confiar en él mismo y en quienes lo rodean. El taller es un espacio que le dará al niño un lugar para ser él mismo, sentirse cómodo con él mismo y llevar esa seguridad a otros espacios.
Si después de leer esta entrevista quieres meter a tus hijos a un taller de teatro (y seguro que después de leerla vas a querer) te dejo acá los datos de contacto de Había una Vez Teatro: https://www.facebook.com/habiaunavezteatro/