El útero invertido suele diagnosticarse cuando la mujer acude a una revisión y el médico realiza un examen pélvico. En el caso de ser diagnosticada con tener el útero en retroceso el médico no le mandará nada ya que el tratamiento para las mujeres que padecen el útero inclinado no conlleva mayores problemas a no ser que se le presenten otros síntomas que sí pueden ser causantes de una complicación mayor.
Aunque esta alteración puede detectarse con un simple control rutinario en el ginecólogo, y no presentan complicaciones para que la mujer pueda concebir de forma natural o pueda tener un correcto embarazo, si que es importante que en cuanto se detecte esta condición anatómica se controle y se realicen revisiones periódicas con el especialista, para evitar que al útero invertido se le sumen otras complicaciones como la endometriosis o cualquier otra enfermedad inflamatoria pélvica.
Síntomas del útero invertido
Por lo normal, una mujer puede no ser consciente que padece esta alteración si no se acude a una revisión con el ginecólogo ya que en algunos casos, el útero invertido puede ser asintomático. Pero hay algunos síntomas que pueden indicarnos que padecemos esta alteración:
Dolor mientras tenemos relaciones sexuales
Dolor durante el período menstrual
Dolor en la espalda
Dificultad para poder utilizar tampones
Infecciones urinarias
O problemas de fertilidad derivados de otros problemas
¿Afecta el útero invertido al embarazo?
Estudios recientes demuestran que la posición del útero no influye en la concepción al no alterar la habilidad de los espermatozoides para alcanzar al óvulo. Tener el útero invertido no es sinónimo de tener que someterse a un proceso de reproducción asistida.
No en vano, es muy importante tener controlada la afección porque generalmente esta posición del útero puede ser debido a otras complicaciones como la endometriosis que sí precisa de atención médica.
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