El gobierno húngaro le solicitó en 1946 a Emmi Pikler que dirigiese una Casa-Cuna en Budapest.
La Casa-Cuna era un hogar para niños privados de sus padres, sin que necesariamente fueran huérfanos, sino cuyos padres no podían hacerse cargo de ellos.
Al finalizar la guerra, quedaron muchos niños y niñas huérfanos por lo que había que darle un hogar y también proteger del contagio a aquellos niños y niñas cuyos padres padecían tuberculosis.
En esta Casa-Cuna se recibió a lactantes y trató de organizar los cuidados y toda la vida de la institución de tal forma que los bebés tuvieran un desarrollo lo más parecido a los niños que crecían armoniosos en el seno de sus familias.
El bienestar físico, afectivo y psíquico fue para Emmi Pikler, su primera preocupación, al igual que la búsqueda de las condiciones óptimas para el mejor desarrollo de cada uno de ellos y ellas.
Su objetivo era ofrecer a lo más pequeños que ahí se criaban, una experiencia de vida que preservase su desarrollo y evitar las carencias dramáticas que puede causar la ausencia de los padres y la vida en una institución.
Como directora de la Casa-Cuna hubieron momentos claves en aquellos primeros inicios de su puesta en marcha.
Existe un suceso que puede dar una idea del carácter, personalidad y determinación de esta pediatra húngara.
Lo relata María Reinitz, estrecha colaboradora suya: "Las nurses estaban llenas de desconfianza. El trabajo no era demasiado pero no les venía a la cabeza hacer algo con atención y con cuidado. Ellas no se ocupan de los niños, sino que los cambian, los hacen comer lo más rápidamente posible con el menor movimiento posible, y, si pueden, se lo encargan a las amas de leche o al personal de servicio. Según ellas, la tarea de las nurses está constituida por el "tratamiento" de la ropa, porque había que "tratarla", distribuirla, retomarla, contar todo el tiempo las cantidades de ropa y tomar nota. Así ellas no tienen tiempo para los chicos".
Debido a las malas tradiciones, Emmi Pikler y María Reinitz no duraron mucho tiempo, no aceptaron este trabajo y al tercer mes las echaron a todas.
En el lugar de todas ellas, buscaron a jóvenes sin formación profesional, con pocos estudios escolares, pero que se interesaban en la educación de los niños y niñas.
Fue Emmi Pikler y María Reinitz quienes les enseñaron la manera de cuidar a los pequeños.
Para formar a las nuevas educadores se creó un plan de formación donde Emmi Pikler y María Reinitz cuidaron hasta el último detalle, los aspectos de la crianza y la vida cotidiana de los más pequeños:
Mobiliario: cómo tenía que ser el cambiador, cómo tenían que ser las cunas, cómo tenían que ser las mesas y las sillas donde iban a comer los niños y niñas, qué no era aconsejable... y sobre todo, por qué...
El tipo de cubierto (peso, profundidad de la cuchara...), la forma de los vasos, el uso de cuencos en lugar de platos...
Las prendas de ropa: la de los más pequeños, la ropa para dormir al aire libre y en el interior, la ropa para facilitar el movimiento...
El tipo de juguetes que había que poner a disposición de los pequeños.
Etc, etc...
Si todo esto no se podía comprar porque no existía el modelo tal como las querían para la Casa-Cuna, Emmy Pikler las encargaba confeccionar con medidas y demás características detalladas.
Esta Casa-Cuna se encuentra en el número 3 de la calle Lóczy, que es la que la ha dado el nombre al "Instituto Lóczy".
Lóczy se convirtió en el año 1961 en un Hogar Infantil de Metodología Aplicada y, más tarde en el Instituto de Metodología, Puericultura y Educación para convertirse en el año 1970 en el Instituto Nacional de Metodología de los Hogares Infantiles.
Entre otras muchas tareas, estaba la de ofrecer un sostén profesional y metodológico a las otras casas-cuna de Hungría.
Actualmente, se llama Instituto Emmi Pikler y es una Fundación que se mantiene gracias a las donaciones internacionales que provienen de muchos países del mundo.
En el curso 2007/2008 Lóczy puso en marcha una Escuela Infantil 0-3 años, y en abril de 2011, en un momento en el que la solución de "familias de acogida" ha sustituido casi por completo a los orfanatos, se cierra la Casa-Cuna.
Webgrafía: https://www.piklerloczy.org/