Estamos viviendo unos momentos en los que quedarse en casa con los/las niños/as se convierte en todo un reto.
Para ti, que eres papá y mamá, abuelo/a, tío/a te voy proponer una actividad que hicimos con Gael de casi tres añitos de edad en casa y con artículos cotidianos.
Los objetos que utilizamos fueron:
Una botella de plástico.
Arroz
Fonil
Molde para hacer polos
Objetos pequeños que se puedan introducir en la botella. Hazle fotos antes de introducirlos en la botella. Después leerás por qué. Gael participó desde un principio creando el juego. Fuimos buscando lo que necesitábamos y lo pusimos en su mesa aunque también lo puedes realizar en el suelo.
Aviso, lo va a llenar todo de arroz así que da igual sentado que de pie. Prepara el cepillo y la pala, la vas a necesitar también.
Con la ayuda del fonil y el molde de polos, fue llenando la botella de arroz y cuando estaba media llena se añadió los objetos pequeños, los tesoros que luego tendría que buscar.
Una vez la botella estuvo llena de arroz, la cerró con la tapa fortaleciendo su motricidad fina.
Como le hice fotos a cada objeto que introdujo en la botella, le enseñaba una a una y Gael se limitaba a mover la botella y a buscar el tesoro escondido en un mar de arroz.
Cuando los encontró todos, Gael desplegó su imaginación y mira lo que pasó después. Vació la botella en el recipiente de plástico.
Todos los tesoros fueron escondidos y con los ojos cerrados los iba buscando.
Hizo una lluvia de arroz sobre el mismo recipiente.
El camión volquete también tuvo su trabajo.
Y.... ¿Dónde acabó Gael? Su padre le propuso traer la piscina y él junto con el arroz y todos los juguetes se dieron un baño pero sin agua.
Estuvo más de tres horas jugando, dejando que fuera él quien guiara su juego. El resto nos limitábamos a disfrutar de su juego.
¡Feliz Día!
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