¡Sí, es posible! Pero debes estar dispuesto a reírte de ti mismo. No es fácil ponerte delante de un grupo de adolescentes, y ver sus caras de: ¿Qué hace esa tía rara aquí? ¡No soy más un crío para que me cuenten cuentos!
Si te atreves a seguir adelante, y pasar el umbral del “ridículo” verás que es posible conquistar sus corazones… y cuando lo hayas hecho por primera vez, te sentirás recompensado. Ellos esperan ser “conquistados”, si logras encontrar la historia que haga cosquillas en sus corazones, habrás encontrado la llave que abrirá el oído de sus corazones y lograrás hacer diferencia en sus vidas.
Ahora te explicaré como utilicé dos cuentos para trabajar con adolescentes la importancia de los sueños como metas en las cuales tenemos que trabajar. Puedes utilizar este material con adultos también.
1 Historias utilizadas:
Cuento “El Genio y el Pescador” (Efrit) que hace parte de las “Mil y una noches”. (hecha un vistazo en este enlace donde podrás bajar el Análisis Simbólico que hice de este cuento).
David y Goliat, historia de la Biblia.
2 Motivación de la elección:
Ambas historias presentan una persona normal como protagonista. Tanto David como el Pescador estaban desprovistos de habilidades especiales que les hicieran importantes a ojos de otros, a pesar de esta aparente simplicidad ambos vencieron gigantes. Todos tenemos gigantes que necesitamos vencer para poder alcanzar nuestros sueños. En la gran mayoría de veces estos gigantes están en nuestro interior.
“Pueden que los cuentos de hadas sean unas aventuras encantadoras, pero también se ocupan de un conflicto universal: la lucha interna entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal.” (Sheldon Cashdan en “La Bruja debe morir”)
Muchas veces tenemos defectos de carácter que nos impiden alcanzar nuestros objetivos, y si queremos seguir en nuestro camino de crecimiento personal, que nos llevará hacia nuestros sueños, necesitamos identificar cuales son estos gigantes que necesitamos vencer para alcanzar nuestro final feliz. Es importante aclarar que aquí tratamos de sembrar semillas en la mente de los adolescentes. Es posible que a corto plazo no podamos ver los frutos del trabajo que desarrollemos, pero esto es exactamente lo que hacemos con los cuentos: Intentamos despertar el conocimiento que está durmiendo en el inconsciente, a lo mejor no logramos hacerlo en un primer momento. Pero siempre que nos conectamos con el inconsciente a través de los cuentos y las metáforas que estos poseen, dejamos semillas plantadas. Las metáforas son como olas que van dando contra la roca, y que poco a poco la van moldeado.
3. Contar las historias:
Como ya conocía a la gran mayoría de los adolescentes que asistieron a la actividad, decidí utilizar como técnica de narración la dramatización a través de un monólogo, donde yo encarnaba la figura de una guerrera amazona que era la responsable de contarles la historia. En la dramatización he utilizado la improvisación: hablé con los asistente, hice chistes riéndome de sus ropas; hice cambios en la entonación de la voz; a veces me mostraba fiera a veces graciosa. Conté primeramente la historia de David y Goliat y después el cuento del Pescador y el Genio. ¡Les encantó!
Por supuesto es posible contar las historias sin la caracterización. Pero, esmérate en que la narración sea atractiva.
4. Aplicar la Actividad de apoyo
Después les pregunté por sus sueños. Qué cosas ellos querían conquistar en este año que empezaba, que cosas ellos querían conquistar para un futuro más lejano. Les hice pensar si deseaban una carrera ¿qué deseaban ser profesionalmente? ¿Cómo deseaban ser como personas? ¿Pensaban casarse y tener hijos? ¿Cómo deseaban ser como padres?
Les pedí que pensaran en sus características, sus cualidades y habilidades: ¿Tienes las habilidades necesarias para conquistar tus sueños? ¿Qué habilidades te faltan? ¿Qué cualidades son las que te ayudarán a conquistar estos objetivos?
Ahora piensa en los defectos que tienes: ¿Eres impaciente? ¿Te frustras con facilidad? ¿Eres impulsivo? Cuales son los gigantes que te impiden alcanzar tus sueños. ¿Cómo los puedes vencer?
Bien, ya has hecho una valoración ahora vamos a pensar en un árbol, tu eres este árbol. Ese árbol tiene raíces, tronco y la copa donde están los frutos. Vamos visualizar este árbol y transformarlo en algo más real (es como un juego simbólico).
Haremos un juego inverso, o sea, primero vamos a identificar que sueños queremos poner en la copa de nuestro árbol, partiremos de ahí, porque será más fácil saber qué acciones y cualidades necesitamos desarrollar, cuando sepamos que sueño tenemos.
La Copa: En la copa de nuestro árbol estarán los frutos, que son nuestros sueños. Aquellos que ya habíamos pensado anteriormente: Ej. Quiero ser médico; quiero escribir un libro; quiero viajar a un país distante para vivir una gran aventura.
El tronco: En el tronco estarán escritas aquellas acciones que necesitamos desarrollar a lo largo del tiempo para que estos frutos puedan ser alcanzados. Ej. A partir del fruto/sueño: quiero ser médico, mis acciones serán: me aplicaré a los estudios, terminaré el instituto con buenas notas, haré un curso universitario, estudiaré mucho etc.
Las raíces: La raíces del árbol serán nuestras cualidades, aquellas que deben ser la base de nuestra personalidad y que nos ayudarán a producir las acciones necesarias para alcanzar nuestros sueños. Hay que escribir estas cualidades, las que tenemos y las que necesitamos tener. Ej. A partir del fruto/sueño: quiero ser médico, mis acciones serán: me aplicaré a los estudios, terminaré el instituto con buenas notas, haré un curso universitario, estudiaré mucho etc. Mis raíces serán: paciencia, perseverancia, dedicación, amor hacia el prójimo, etc.
Podemos hacer el árbol dos formas:
Un gran árbol en común, o sea, para todos los participantes (o por grupos si e participan más de 10): donde en la copa del árbol cada participante pondrá su fruto/sueño, este fruto será hecho con la palma de la mano untado en pintura de dedo. Además del fruto cada participante, a partir del fruto seguirá una linea hacia las raíces donde en el tronco pondrá sus acciones, y en una raíz pondrá las cualidades.
En A4 árbol individual: Cada participante tendrá su árbol individual, donde hará los apuntes de la actividad, conforme arriba explicado. En la actividad que he realizado, he dejado que cada participante dibujara su propio árbol para que después sobre este árbol hiciera las anotaciones, pero no recomiendo que sea así, ya que ellos dedicaron más tiempo y esmero en el dibujo que en la parte de escritura de los sueños, que era el real objetivo. Por esa razón recomiendo llevar un dibujo en negro y blando de un árbol simple como base para hacer los apuntes de la actividad.
Importante: algunos no se sienten a gusto exponiendo sus sueños, así que debes dejar claro que se trata de algo personal, y que otras personas no tendrán acceso a ello.
Finalmente cada participante puede llevarse su árbol a casa. Pero, para que la actividad tuviera un impacto sobre la vida de este adolescente sería interesante hacer lo siguiente:
El profesor recoge todos los dibujos, poniéndolo en un sobre cerrado con nombre de quién lo hizo. Lo guarda durante unos meses.
En la despedida de fin de curso el profesor puede devolver este sobre junto a otra carta escrita por el propio maestro, donde él habla sobre las cualidades del alumno, animándolo a seguir luchando contra sus gigantes, a mejorar como persona, a mirarse constantemente en el espejo para hacer un análisis de sus conductas a fin de mejorarlas para que pueda alcanzar sus sueños.
Si nunca haz trabajado con adolescentes, es importante que sepas algunas cosillas. Así que te dejo algunas recomendaciones:
No tenga miedo al ridículo: Si ellos ven miedo en tus ojos, ya estás muerto. No te escucharán, porque tienes miedo de lo que ellos piensan o dicen de ti. Es posible que hagan chistes, pequeños comentarios para hacerte dudar, para mermar tu confianza. Demuéstrales que no tienes miedo al ridículo, que de hecho de expones al ridículo por iniciativa propia, de hecho tengo una frase muy mía “Si tengo que pasar vergüenza, pasaré vergüenza a lo grande”. Si ellos perciben que no te pueden tocar por este lado, te dejarán en paz.
Trátales con respeto: Sí, puedes hacer chistes sobre ellos, no pasa nada. Pero ellos deben percibir que estás allí por ellos, que te importan. Si quieres que te escuchen, debes estar dispuesto a escucharles también. Si quieres enseñarles algo, debes aceptar que a lo mejor ellos no están de acuerdo con tu idea, y que pueden decirlo abiertamente, y no pasa nada.
No les mientas: Los adolescentes no soportan la hipocresía y la mentira. Si tienes dudas, si no sabes la respuesta, reconócelo. El grande problema que los adolescentes tienen con sus padres es cuando estos exigen de ellos cosas que no están dispuestas a hacer. Así que no hagas lo mismo, los perderás.
Recuerda que tu eres quién tiene el control: Que no tengas todas las respuestas, que admitas tus dudas no significa que no tengas el control. Ellos necesitan sentirse seguros, deben saber que estás allí, que controlas la situación. Mantente firme.
¿Qué te ha parecido la actividad? Me gustaría recibir noticias tuyas. Déjame tu comentario y si te ha parecido relevante este material, compártelo en tus redes sociales. Gracias por pasarte en mi Caja de Imaginación.