El Dr. Jaffke ha trabajado como mentor de maestros de inglés en multitud de países del mundo, incluyendo Malasia, Tailandia, Japón, China, Alemania, Rusia, India, Colombia y Guatemala. En su tesis de grado (Universidad de Hiroshima, Japón), publicó un método innovador e holístico para la enseñanza de inglés a niños de primaria (6 a 11 años).
El Dr. Jaffke visitó la Escuela Caracol e impartió un fascinante taller sobre enseñanza de inglés en primaria: Teaching English to Children aged 6 to 11: An Innovative, Holistic Approach (Enseñando Ingles a los Niños de 6 a 11 años: Un Método Holístico e Innovador). Por nuestra parte, aprovechamos esta ocasión única para hacerle una breve pero fascinante entrevista que tenemos el placer de compartir a continuación.
Dr. Jaffke, usted ha trabajado en la pedagogía Waldorf durante casi 50 años. ¿Qué destacaría de este proceso?
Que es posible acercarse a los niños de otra manera. Aunque para la escuela pública los niños representan solamente números o grados, en mis años de experiencia he aprendido cómo ayudar y apoyar sus procesos de una forma sana, individualizada y acorde a sus habilidades innatas.
La pedagogía Waldorf está experimentando un extraordinario crecimiento alrededor del mundo, pero a pesar de ello muchas familias todavía dudan de esta forma alternativa de educar a nuestros hijos. ¿Qué les diría a estos padres y madres?
Les preguntaría: ¿Quieren que sus hijos sean preparados para encajar en un sistema establecido, o prefieren que sean educados de forma que sus habilidades individuales se desarrollen? En la pedagogía Waldorf ayudamos a que cada niña y niño desarrolle todo su potencial innato.
Usted ha desarrollado un método holístico de enseñanza de idiomas que actualmente es utilizado por la mayoría de las escuelas Waldorf del mundo. ¿Cómo lo creó?
En realidad no es invención mía. La propia pedagogía dice que lo ideal es que el niño se desarrolle no solo intelectual o cognitivamente, sino también desde su lado emocional y desde lo práctico. Mente, corazón y manos, que solemos decir. Yo tomé esta filosofía y la adapté a la enseñanza de idiomas en primaria para ofrecerles la posibilidad de experimentar el aprendizaje de una nueva lengua desde otra perspectiva. A través del movimiento y del hacer, sienten. De hecho, así es como aprendemos nuestra lengua materna. Empezamos imitando, y poco a poco desarrollamos lo cognitivo, pero nadie nos mencionó nada acerca de estructuras gramaticales. Lo aprendimos haciendo, tal y como Steiner promovía. Después del hacer llega el entendimiento, y entonces se dan cuenta del sentido de todos aquellos ejercicios tan divertidos.
"From doing to undestanding", que decía Steiner (del hacer al entender, o de la acción al entendimiento). ¿Puede explicarnos esto?
Steiner nos indició que esto es lo que el niño necesita en sus primeros 6-7 años. Primero hace y mucho después entenderá. En mi dominio, la enseñanza de idiomas, los niños aprenden de la madre sin saber nada acerca de estructuras o gramática. Lo mismo hago yo en las aulas. Ellos van aprendiendo palabras, frases, poemas, rimas… y mucho después ven la estructura, los tiempos y demás. Pero mientras aprenden no tienen ni idea, como tampoco la tenían cuando aprendieron su lengua materna.
"La poesía antes que la prosa" ("poetry before prose").
Steiner dijo que en los primeros tres años de escolarización las rimas y los ritmos son fundamentales. Si miramos a los diferentes idiomas de nuestro planeta, cada uno posee sus propias rimas, juegos de palabras, trabalenguas… Las madres y padres se sirven de ellos para ayudar a sus hijos a familiarizarse con los ritmos naturales de su lengua materna. De acuerdo a mi experiencia, cualquier cosa que incluye rimas y ritmos es asimilada por los niños extraordinariamente rápido y con gran efectividad. Aquí, en tu escuela, ha pasado exactamente eso, como has podido ver. Es increíble lo bien que funciona trabajar de este modo. Y funciona en todos los lugares. Yo he estado en China, Tailandia, Malasia, Rusia, Japón, Alemania, Colombia, Guatemala… No importa dónde estés, este método es increíblemente eficaz y satisfactorio para ellos.
¿Por qué el cuerpo juega un papel tan importante en cualquier proceso de aprendizaje?
Es la base de todo. Si no uso mi cuerpo, no puedo usar los sentidos. A través de lo físico comenzamos el acercamiento al mundo, es la forma más directa de aprender. Si usamos el cuerpo completo en el aprendizaje y además creamos juegos, ritmos y rimas que vinculen directamente partes del cuerpo con el aprendizaje de idiomas, como es mi dominio, aprenden con tanta rapidez que todavía me asombra. Su cuerpo es algo que ellos pueden sentir. Vincularlo a la enseñanza hará que sientan lo que aprenden, lo que acelerará los procesos y mejorará la calidad de lo asimilado. El cuerpo es lo más cercano para el niño: "these are my eyes, these are my toes, these are my fingers and this is my nose" (juego rítmico en el que los niños repiten esta rima mientras tocan las partes indicadas). Esto crea una sensación de inmediatez en el niño: su propio cuerpo participa en el momento presente. Aprenderá esas palabras sin darse cuenta, y sin necesidad de abstracciones, tan perjudiciales para ellos en edades tempranas.
"Las maestras y maestros Waldorf deben ser artistas" ¿Deben ser, entonces, como los niños?
De algún modo, debes tener una mente como la de un niño. Debes ser juguetón. Gran parte del aprendizaje sucede a través del juego. Jugar no es para nada algo relacionado con perder el tiempo o hacer el tonto, sino que a través del juego los niños se sumergen completamente en la actividad que realizan y aprenden a diversos niveles. Si los observas construir castillos de arena en la playa, te acercas y les preguntas: "qué haces?", muy posiblemente te respondan: "no me molestes, estoy trabajando". Para ellos el juego es algo muy serio. Un maestro debe tener esto en cuenta, debe disfrutar el juego y darle la importancia que merece, aunque por supuesto él no es un niño y tiene una perspectiva diferente del sentido profundo de las cosas. Este es el significado de enseñar artísticamente. Debemos darles lo que necesitan en el momento adecuado y de la forma adecuada. Si vienen de educación física y están sobreexcitados, mejor calmarlos con juegos de dedos, por ejemplo. Debemos tomar en cuenta el estado actual de la clase; ser consciente de este estado físico y anímico en los niños es algo sumamente artístico.
En nuestro blog damos una importancia primordial a los cuentos y la transmisión de historias. ¿Qué puede decirnos sobre esto de acuerdo a su experiencia?
Es una parte muy importante del aprendizaje, y también del aprendizaje de idiomas. Aprenden escuchando y fluyendo con la historia. No necesitamos que conozcan el significado de cada palabra. Basta con que puedan quedarse con la esencia. Además, con los cuentos identifican partes de la realidad como caracteres, comportamientos, valores… Para mí es tan importante que en el programa de formación de maestros Waldorf que dirijo en Stuttgart, cada viernes nos centramos en contar historias. Aprendemos a usar el cuerpo como instrumento de expresión. Mucho de lo que expresamos es no verbal, dicen los expertos que un 80%. El significado profundo de lo expresado viene con el tono, la postura, el movimiento corporal, las expresiones imperceptibles para el ojo humano. Todos los elementos no verbales son también usados a la hora de contar historias. Los cuentacuentos saben que su cuerpo es una herramienta de expresión y saben cómo utilizarlo.
Sueño con el día en que la propuesta pedagógica de las escuelas Waldorf sea accesible a todos a través de la enseñanza pública. ¿Diría usted que soy un ingenuo o un soñador?
Steiner dijo que la pedagogía Waldorf podría hacerse mundial mañana mismo si la gente quisiese. A mí me parece que esto es una visión demasiado optimista, si me permites. Si observas nuestra realidad, parece muy complicado. Las circunstancias que vive un maestro Waldorf son mucho más complicadas que las de un maestro que trabaja para la administración pública: salarios más bajos, menos medios, ir contracorriente… Cosas así hacen que su labor sea más dura. Esto a su vez propicia que haya menos maestras y maestros interesados en acercarse a la pedagogía Waldorf. Me parece que no sería muy realista decir que esta pedagogía será fácilmente aceptada por todo el mundo en estos tiempos que corren.
Trabajando en esta escuela veo felicidad alrededor de mí. Las niñas y niños son felices. ¿Es la felicidad la clave?
No sé si es la clave, pero definitivamente es fundamental que los niños se desarrollen en un ambiente relajado, disfrutando del proceso educativo y de la escuela. Esto es algo que puede fácilmente verse en sus rostros. Esta mañana, cuando caminaba hacia la Escuela Caracol, vi niños esperando para entrar en la escuela pública. No se veían demasiado felices. Aquí en esta escuela veo niños entusiasmados por empezar las clases. Aman su escuela. No sé si la felicidad debe ser el objetivo último de la educación, pero ver a niños felices dentro de la escuela es sin duda una muy buena señal. De ese modo mostrarán un interés genuino por el aprendizaje. Y no solo eso: las familias también se conectan profundamente con la escuela. Una mamá de tu comunidad educativa me decía que tal vez se muden a otro lugar, pero que en todo caso seguirían viniendo aquí cada mañana, sin importar lo lejos que se mudaran. Qué maravilla es escuchar que las familias le otorgan tanta importancia a la escuela, sintiéndose parte de la comunidad educativa y deseando participar activamente de la educación de sus hijos.
Entrevista realizada y traducida del inglés por Jorge Benito