¿Qué es un parto respetado? – Guadalupe Trueba
¿Que es un parto respetado? Me pregunta Lai Y si bien tengo claro el concepto, me di a la tarea de revisar lo publicado por el gobierno de varios países como España, Argentina, Venezuela, Paraguay, Brasil y México entre otros.
La literatura indica que parto respetado y parto humanizado es lo mismo Y se me antoja abordarlo desde una perspectiva distinta y mejor preguntar: ¿Que es un parto deshumanizado?… Será muy interesante leer la respuesta que darían Ustedes como lectores de este Blog.
Escuché de un médico muy querido que el parto humanizado es lo que no debió haber dejado de ser! Eso si me parece muy interesante porque no podemos hablar de un acto humano como es el nacer y a la vez quitarle su esencia la de la humanidad. Hay mucho escrito y todo termina haciendo alusión a los derechos humanos como producto final.
La medicalización de la medicina generó la deshumanización Hay que mencionar que la serialización y despersonalización de la atención de la salud, ha generado en consecuencia, la forma como se sienten los seres que reciben la atención médica y que en general indican un descontento al no tener la atención que merecen desde el punto de vista de los derechos humanos.
El concepto de parto humanizado está en boca de muchos pero en el corazón de pocos Hay hasta quien niega o indica que no es tema a tratar en los congresos y reuniones médicas Por lo menos así se lo escuché al presidente del Colegio de Ginecologos y Obstetras de mi país.
Humanizar el parto es socialmente necesario pero políticamente incorrecto porque cuestiona un sistema de salud que ha prevalecido por muchos años y en un sistema jerarquizado y que se va sembrando desde la capacitación que reciben los alumnos de las escuelas de medicina y enfermería.
El parto no solo debe ser respetado o humanizado para la mamá, el bebé y su familia. La deshumanización viene desde la forma en que es adiestrado el personal de salud. Infames guardias y condiciones de trabajo! Como consecuencia se genera el fenómeno de “Burnout” que acaba con la pasión y las ganas del profesional que ha elegido una tarea 100% de servicio.
La medicalización del nacimiento olvidó a los protagonistas y sus necesidades físicas, mentales, espirituales y emocionales. Se olvidó de contener a la mujer y el bebé que nace, no al acto de parir. La medicina se politizó y se convirtió en negocio que contempla a las mujeres como partes de una maquinaria que elabora un producto. Pero el parto y el nacimiento son el principio y punto de partida de la vida y son, por ello, procesos que afectan al resto de la existencia humana. De ahí que la humanización del parto constituya una necesidad urgente y evidente.
La aplicación de la humanización en los cuidados que se proveen al comienzo de la vida humana será determinante y definitiva para las sociedades futuras. Humanizar se entiende como un proceso de comunicación y apoyo mutuo entre las personas, encauzado hacia la autotransformación y hacia el entendimiento del espíritu esencial de la vida.
El parto respetado va más allá del trato cariñoso y educado hacia la mujer que está de parto. Respeto significa considerar el respeto al cuerpo, a sus tiempos, al bebé que ha de nacer y a la fisiología misma del parto.
El término “humanización del parto” no se limita a la posición vertical o a la modalidad del parto en agua. Se trata de una visión holística del proceso de gestación que involucra el embarazo, el parto y el nacimiento, donde se respeta la fisiología de dicho proceso. Dentro del parto humanizado se presentan alternativas como el parto vertical, en el cual la mujer puede estar de pie, de rodillas o agachada, en la cama, el piso o una tina con agua. Lo importante es que la mujer tenga la libertad de decidir cómo quiere traer al mundo a su hijo. Conocer y elegir entre las opciones disponibles, en qué lugar (su casa o una clínica), acompañada por qué personas (pareja, hijos, madre, amigos, etc.), bajo qué ambiente y en qué condiciones.
Hay que recordar que es un acto íntimo de la pareja y no un espectáculo público. Uno de los documentos que leí para escribir indicaba:
Se puede dejar a la pareja la decisión de quién participa en el parto del mismo modo que decidimos con quién nos sentamos a comer en nuestra mesa
Revisé publicaciones de diversos países y todos coinciden, si bien no hemos visto los cambios que merece el concepto de parto humanizado o respetado. Algunos cuentan con legislación, pero lo que falta es difusión y educación para que las mujeres y sus familias conozcan sus derechos y exijan servicios de salud seguros, dignos, respetuosos y humanizados.
Ahora resulta que el derecho que tenemos de un parto respetado, lo ejercen los que pueden pagarlo como si fuera un artículo de lujo que corresponde solo a quienes tienen el privilegio de tener con una situación económica holgada. El parto no entra a un mercado de salud y sin embargo pareciera que así es.
Una mirada a las recomendaciones de la OMS, es suficiente para comprender que estamos lejos de lograrlo, por lo que hay que incidir hasta la necedad si fuera necesario, para que nuestra sociedad sea una sociedad más justa y más sana a partir de recibir atención del embarazo, parto, posparto y crianza temprana de calidad humana.
Guadalupe Trueba
foto de Experiencia MX
Gracias de nuevo Guadalupe por compartir tu reflexión. Si quieres conocer más sobre el trabajo de Guadalupe, ingresa a Experiencia MX para conocerla a ella y su trabajo con mayor detalle.
Espero que te haya gustado tanto la reflexión de Guadalupe como a mi, y siéntete libre de compartirla para que reflexionemos todos sobre este tema. Si el lunes te preguntaba qué era para ti un parto respetado, hoy me gustaría, a raíz de lo que indica Guadalupe en su texto, me cuentes “Qué hace que un parto sea deshumanizado?” Opina en los comentarios!
Las dos primeras imágenes de este post son de Eva Gascón – Fotografía. La imágen de Guadalupe Trueba es de Experiencia Mx
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