Yo no sé si es la sensibilidad extrema que tengo desde que nació Constanza y que aumentó con el nacimiento prematuro de Isabel, pero desde el inicio de la película se me escurrían las lágrimas por las mejillas. Será que llegué a sentirme identificada con los momentos que vivimos con el nacimiento de Isabel.
No quiero decir mucho de la trama porque no quiero spoilear la película, al contrario, quiero que las mamás vayan a verla, sobre todo si tienen niños en casa, es una película que se van a saborear en familia, que contiene un montón de mensajes, que refleja muchas vivencias con las que alguien se puede sentir identificado, es todo un mensaje de amor y empatía.
Lloré a moco tendido en un montón de escenas pero salí con el corazón llenito de felicidad, porque iba acompañada de mi hija y se que habrá aprendido mucho de esta película y podrá tomar lo mejor para aplicarlo en su vida diaria.
Soy de las que acostumbro a ir al cine con mi bebé, sobre todo si son películas familiares no me apetece dejarlas encargadas. La mayoría de las veces llevo leche y galletas para Isabel, cobija y gorrito porque ella toma la siesta mientras vemos la película. Sin embargo esta ocasión no quiso dormir en toda la película y a mitad de la cinta comenzó a inquietarse. Para mi suerte las 4 primeras filas del cine estaban vacías así que me pase con Isabel hasta los primeros asientos para que ahí no pudiéramos incomodar a nadie. Ahí estábamos las dos solitas, y mi esposo junto a Constanza se encontraban en hileras más arriba. La verdad es que en medio de esa soledad, pude llorar a gusto, después de todo nadie me vería jaja e Isabel también pudo sentarse, pararse y gatear sin molestar ni inquietar a nadie.
¿Te estás preguntando de qué trata de película?
Cuenta las aventuras de Agust Pullman, un niño de 10 años que nació con el Síndrome de Treacher Collins, y que tiene una deformidad facial. August deberá enfrentar grandes obstáculos al incorporarse por primera vez a la escuela, pero en el camino también aprenderá muchas lecciones importantes.
Me pareció una cinta divertida, fresca y conmovedora, nada más la recuerdo y de nuevo me emociono, aprendí tanto de ella: todos vivimos situaciones complejas, como bien lo dice Agust, todos tenemos nuestras batallas, pero a veces los niños son quienes más nos enseñan cosas. Hace unos meses todo el mundo ovacionaba a Coco, hoy la ovación se la merece Extraordinario que desde mi punto de vista se lleva el reconocimiento de la película más hermosa de este año.