Mi pequeño Diego cumple hoy su primer añito y no quería dejar de pasar la oportunidad de escribirle unas palabras. Algún día podrá leerlas por él mismo y me gustaría que supiera que, mientras escribo estas palabras, están llegando a mi mente los recuerdos de hace un año, cuando faltaban minutos para que nos viéramos por primera vez.
Fue un parto sin epidural, corto e intenso. Lleno de momentos que recuerdo y recordaré toda la vida porque fue un regalo ser la primera persona en cogerlo en brazos. Fuiste un regalo y llegaste en el mejor momento, para enseñarme que podía quererte con la misma intensidad que quiero a Álvaro.
Durante este año juntos he aprendido a ser bi-madre, con mis luces y sombras, con mis alegrías y mis agobios, sin saber, en muchas de las ocasiones, si estaría siendo buena madre contigo. Y es que los segundos no tienen una mamá para ellos solos todo el tiempo. A pesar de eso, has tenido paciencia infinita conmigo y me has enseñado que los segundos miráis de formas diferentes a los padres y a los hermanos. Me has enseñado que el término bebé termina mucho antessiendo el segundo y que, probablemente, mirarás y admirarás a tu hermano durante mucho tiempo.
Gracias por este año; gracias por dejarme ser tu madre e intentar darte lo mejor de mí. No siempre es fácil ni estoy al 100% porque el cansancio y el agotamiento van haciendo mella en mí, pero tu sonrisa hace que, una vez más, todo merezca la pena.
Gracias por las risas compartidas con Álvaro. Gracias por confiar en él desde el primer momento y por ponerle una nota de humor a cada gesto que tiene contigo. Gracias por ser, simplemente, tú. Me hacéis ser mejor persona entre tu hermano y tú; me hacéis confiar en el ser humano y me hacéis luchar por un cambio, porque quiero que el mundo sea un lugar mejor para vosotros.
Ha sido un año vivido con intensidad. Podría contar las horas que hemos estado separados con los dedos de una mano y, sin embargo, creo que han sido suficientes. Han sido 365 días (y sus noches) con siestas abrazados, con besos, con caricias, con risas y con ganas de más. Y cada día te he disfrutado, te he besado, te he abrazado y te he dicho que te quiero. Eres una parte de mí y siempre te querré. Te he visto aprender tantas cosas en este año, descubriendo el mundo que nos rodea con ojos de admiración. No pierdas esa mirada e ilusiónate con la vida.
Gracias, cariño. Espero que pases un ¡muy feliz día!