¿Cuándo se considera fiebre?
Por lo general, la fiebre se define como un aumento de la temperatura corporal, durante un tiempo más o menos largo, por encima de los valores normales de 37ºC. Cuando la temperatura es superior a 37,5ºC se considera fiebre.
Sin embargo la fiebre es un indicio de que el cuerpo está peleando contra una infección y para confirmar la sospecha, se debe tomar la temperatura del bebé.
Si la temperatura es superior a 38ºC se debe acudir al médico.
Temperatura normal en bebés
Es importante conocer la temperatura normal del bebé, ya que en algunas ocasiones los valores puede estar más elevados al final del día o tras un día intenso de juegos, o por la digestión de una comida abundante sin que ella indique alguna enfermedad.
La temperatura del cuerpo depende del equilibrio entre la producción y la pérdida de calor. El ser humano dispone de un excelente termostato que regula la temperatura estabilizándola alrededor de los 36,4ºC aproximadamente en un bebé.
¿Cómo tomar la temperatura al bebé?
La manera más rápida y eficaz para tomar al bebé es mediante un termómetro. Existen termómetros especialmente indicados para bebés, suelen ser de plástico, para evitar que se rompan y digitales para un lectura más precisa. No se recomienda el uso de termómetros de mercurio, ya que se pueden romper y el mercurio es un elemento tóxico.
Las zonas del cuerpo donde es más fácil medir la temperatura, mediante el uso de un termómetro, son las axilas, la boca y el recto.
Axilas
Para tomar la temperatura axilar se debe colocar al bebé tumbado o en los brazos de un adulto. Hay que elevar el brazo del bebé y colocarle el termómetro en el pliegue de la axila, de tal manera que el brazo repose sobre él. Debe mantenerlo en esta posición en un tiempo aproximado de tres minutos o hasta que el termómetro pite.
Boca
Para la temperatura oral, debe colocar el termómetro durante unos 3 minutos debajo de la lengua del bebé teniendo el cuidado de que no lo muerda. Los valores que se obtienen a través de esta técnica son bastante reales.
Recto
Para la temperatura rectal debe tumbar al bebé boca arriba, esta posición es cómoda para ambos, ya que está el bebé está habituado a acostarse así cuando se le cambia el pañal y es mas fácil distraerlo al verle la cara.
Seguidamente, introduzca con cuidado unos 2 o 3 cm por su recto, o hasta que la punta del termómetro desaparezca, sujete fijamente las nalgas del bebé con las manos teniendo cuidado con el termómetro. Tendremos la temperatura pasados unos minutos.
Oídos o frente
Hay termómetros que leen la temperatura directamente sobre la frente o en los oídos. Son más fáciles de usar y más rápidos, pero también pueden dar lecturas falsas.
Existen otros tipos de mediciones, la cinta termométrica o el termómetro de chupete, que cambia de color cuando se alance una temperatura determinada. Estos métodos no son tan fiables como los termómetros.
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Causas de la fiebre
La fiebre es un signo originado por una inflamación, una infección o por ambos al mismo tiempo. Sin embargo durante las infecciones se liberan sustancias llamadas pirógenas que son agentes productores de fiebre, es decir, sustancias que actúan sobre el hipotálamo produciendo un aumento de temperatura capaces de desequilibrar el cuerpo del bebé.
Es de destacar que por lo general, son infecciones originadas por algún virus, que suelen ser dóciles e inofensivos, tienen un periodo de acción entre siete y diez días y se solucionan por si solas, sin necesidad de ningún fármaco.
Son más frecuentes durante los meses de invierno o periodo de lluvias, cuando hay en el ambiente más virus de índole respiratorio. Cuanto menor es la edad del bebé la posibilidad de que la infección sea de tipo bacteriana es mayor, pues su sistema inmune esta aún esta inmaduro.
Las madres tenemos por costumbre abrigar mucho a los bebés para evitar que se resfríen.
Exceso de ropa: Los recién nacidos y bebés menores de tres meses, pueden presentar fiebre si están muy abrigados o en un ambiente acalorado, ya que el exceso de ropa no le permite regular su temperatura corporal. Si tomamos la temperatura al bebé y tiene más de 37,5º conviene quitarle algo de ropa y volverle a tomar la temperatura después de 15 minutos. Si sigue con la misma temperatura o es superior, se debe acudir al médico.
Vacunas: Después de la administración de algunas vacunas, los niños pueden presentar un poco de fiebre. Alrededor de las 24-48 horas después de la vacuna es cuando más se presentan este estado febril. El pediatra nos indicará qué fármacos administrarle después de la vacuna.
Enfermedades relacionadas con la fiebre
Algunas sintomatologías nos pueden ayudar a determinar la causa de la fiebre en el bebé:
Dolor de cabeza y escalofríos puede indicar la presencia de un cuadro gripal.
Vómitos producto de una intoxicación o gastroenteritis.
Tos y nariz congestionada asociado a gripe o infección viral.
Descomposición o diarrea puede ser infección intestinal, indigestión, intoxicación o envenenamiento.
Dolor de cabeza, en la frente o en la nariz está relacionado con la sinusitis.
Dolor de oídos guarda relación con otitis o parotiditis.
Dolor de abdominal generalmente apendicitis, cólicos o infección intestinal.
Dolor al orinar puede que este presentado una cistitis o infección del tracto urinario.
¿Cómo bajar la fiebre a un bebé?
El tratamiento inicial para la fiebre es sencillo. La primera medida a tomar es proceder a quitarle ropa al bebé, ya que su piel necesita estar en contacto con el aire, sin ropa, para que pueda liberar el calor.
A diferencia de los adultos, en los que la fiebre cede a través de una excesiva sudoración, está no es buena en bebés y en particular en los lactantes. Esto se debe a que pueden perder demasiado líquido e iniciar un proceso de deshidratación y por eso no se recomienda abrigar a los bebés cuando presenten cuadros febriles.
La segunda medida es administrar un medicamento indicado contra la fiebre, siempre bajo la prescripción del pediatra. Los más comunes son Paracetamol, Acetominofen e Ibuprofeno, pero nunca se debe medicar al bebé sin haber visitado primero al médico. La dosis del fármaco a administrar debe estar basada en el peso del bebé, el pediatra nos informará sobre las dosis correctas.
La tercera medida es mantener bien hidratado al bebé, dándole líquidos con regularidad, leche si es menor de 6 meses, para recuperar la pérdida de líquidos y prevenir así la deshidratación. No se recomienda dar a los niños bebidas que posean cafeína, como refrescos de cola o té.
Otros consejos para bajar la fiebre son humedecer la cabeza del bebé con agua fresca, o colocarlo en una bañera para bebés con agua templada, con especial cuidado de que no esté fría y mantenerle un máximo de 20 minutos.
Si la fiebre del bebé no cede tras practicar los pasos anteriores, se debe acudir al médico, si no se ha hecho antes, para que determine la causa concreta de la fiebre.
Complicaciones de la fiebre
Siempre es beneficioso tratar de bajar la fiebre, por la incomodidad que ésta ocasiona, y otros problemas asociados, así como, las convulsiones por picos de temperatura que son muy semejantes al ataque de epilepsia. Estas convulsiones pueden durar hasta 5 minutos, por lo que se recomienda mantener la calma.
La deshidratación se debe evitar, tomando las medidas necesarias para bajar y controlar la fiebre. Se reconoce cuando el bebé presenta los ojos hundidos, la boca y mucosa seca, estado de ánimo bajo y retención urinaria por un lapso de 6 horas.
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Cuándo acudir al médico
La importancia de la fiebre no depende sólo de los signos que se le asocian, sino también de la intensidad con que se presenta la misma. Un bebé puede tener 38º C pero estar jugando o manteniendo un actividad normal.
Si la fiebre baja rápidamente con el medicamento, y el bebé está entretenido realizando alguna actividad o interesado en su entorno y continúa comiendo como lo hace regularmente, es muy probable que la fiebre no correspondiera a una infección grave.
Sin embargo, siempre hay que analizar muy exhaustivamente al niño cuando tenga fiebre, hay que descartar que la fiebre se deba a una infección o enfermedad importante.
Es conveniente acudir al médico cuando se tenga fiebre por encima de los 38ºC, sobretodo en bebés menores de 3 meses, o esté acompañada de vómitos, tos, dificultad respiratoria, dolor abdominal, y sobre todo si aparecen manchas en la piel del bebé. Es recomendable siempre que los padres presenten alguna duda, acudir al pediatra.
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