Empezamos el miércoles que nos fuimos de paseo por la tarde, descubriendo una nueva cafetería La Torta, no sé si la conocerás pero está genial y la torta está buenísima. Luego aprovechamos para ir a cenar a La pepita, con unas hamburguesas de lujo...
El jueves aprovechando que abrían las tiendas, nos fuimos al centro comercial Marineda, y si lo conoces ya sabrás que echas todo el día jeje, y eso que sólo fuimos al primark, lefties y al ikea, que son las tiendas que no tenemos por aquí. Vamos que salimos de casa a las 11 de la mañana y llegamos a las 11 de la noche, eso sí, vinimos con un montón de ropita para leoncito, que buena falta nos está haciendo, porque no teníamos nada de verano, y estos días está haciendo un calor...
El viernes tuvimos comida familiar, y leoncito disfrutó mucho con los primos, se pasó todo el rato detrás de ellos gateando jeje. El abuelo puso una manta en la hierba, a la sombra de un árbol y ¡¡se estaba de lujo!! Más tarde quedamos con el padrino de leoncito, que desde reyes no lo veía, ya que el pobre se pasa mucho tiempo fuera por trabajo, y no lo reconoció. Además pasó algo muy raro, y es que se asustó un montón con él, y no paró de llorar, enfadarse... tuvimos que marchar pensando que le podía doler algo, pero oye, fue entrar por el garaje de casa y ya se le pasaron todos los males!!
El sábado nos fuimos de paseo por la tarde hasta los molinos de Barosa, un sitio precioso precioso, pero del que sólo llegamos a ver las ocas, porque leoncito se quedó dormido y al final nos fuimos a una terracita a tomar un caña, lo cual no estuvo nada mal ¿eh? Por la noche nos fuimos a cenar con unos amigos, y lo pasamos genial, lo único malo es que eran las 3 de la mañana cuando nos metimos en cama y oye, que los cuerpos no son los mismos que hace años, y cuando el peque se despertó a las 8.30 casi me da algo...
¡Y ya con el domingo! Fuimos a comer a casa de los abuelos y más tarde a la primera sesión playera del año (ya hubo unas cuantas el año pasado que puedes leer aquí) Estuvo genial, salvo porque leoncito ¡le tiene miedo a la arena! no hubo manera de que anduviera por ella, era sentirla y venga a llorar, a querer trepar por encima nuestra, y lo más gracioso es que seguro que en unos meses no habrá quien lo saque de la playa jajaja
Me fue muy difícil escoger una sola foto, pero me quedé con esta de los dos en el atardecer en la playa, me parece preciosa. Pero si quieres ver alguna foto más, te invito a que me sigas en Instagram, porque me he enganchado de tal manera que casi siempre puedes encontrar alguna nueva!!
La verdad es que cundieron mucho estos días, aunque han pasado muy rápido, ya podía haber una semana así al mes jejeje...