El profesional especializado en fisioterapia pediátrica es un experto en el proceso de desarrollo de los niños. De manera que se requiere una formación completa sobre este campo específico, puesto que son necesarias unas competencias muy particulares y que difieren, en algunos casos, de otras ramas ligadas a la fisioterapia.
Un fisioterapeuta pediátrico está al tanto de cómo debe ser el correcto desarrollo de un niño a nivel psicomotor, y además, conoce cómo aprende un niño, cómo logra manejar su propio cuerpo y a qué tiempo lo comienza hacer, aparte de saber qué tipo de cambios va a experimentar éste durante el crecimiento.
Es por ello que el fisioterapeuta a nivel de pediatría debe ocuparse de los tratamientos adecuados para cualquier tipo de afección que pudo haber perjudicado el desarrollo motor del niño, ya sea retrasándolo o condicionando su nivel de calidad y en consecuencia, limitando la capacidad del niño para ser independiente en un futuro.
En resumen, las funciones del fisioterapeuta pediátrico están enmarcadas en ayudar a los niños que posean problemas con su movilidad, para que ellos puedan alcanzar su máximo potencial de independencia y que sean capaces de realizar sus labores cotidianas y participar actividades de la escuela o en la comunidad sin ningún problema.
Por otra parte, le proporciona un gran apoyo a la familia, la cual debe estar involucrada durante el tratamiento del niño para lograr los objetivos trazados, e igualmente con los demás profesionales que atienden al niño, ya sean profesores particulares o trabajadores sociales.
Casos que pueden ser tratados por un fisioterapeuta pediátrico
Principalmente se tratan casos de prevención, los cuales se refieren a aquellos niños que en algún momento de su infancia han padecido o padecen alguna enfermedad crónica que pueda afectar de alguna manera su desarrollo motor, al igual que hospitalizaciones constantes, fracturas y situaciones de riesgo social.
También se atienden niños con anomalías transitorias, con el objetivo de evitar cualquier tipo de alteración en la postura o malos hábitos al momento de moverse. Asimismo, se tratan casos de recién nacidos prematuros con alto riesgo biológico pero sin ninguna clase de afectación neurológica.
En cuanto a tratamientos de enfermedades no transitorias, los fisioterapeutas pediátricos ayudan a niños que padezcan de afectación cerebro-motriz o parálisis cerebral, al igual que patologías neurológicas como el traumatismo craneoencefálico y la espina bífida.
Del mismo modo, la fisioterapia puede ayudar a aquellos niños que sufran enfermedades neuromusculares como la atrofia muscular espinal o la distrofia de Duchenne y síndromes que afecten el desarrollo normal del niño, por ejemplo los síndromes de Down, Wolf, Rett y Angelman.
Por último, se tratan pacientes con patologías músculo-esquelética como la acondroplasia, artrogriposis, la enfermedad de Perthes, luxación congénita de caderas, tortícolis, escoliosis, plagiocefalia y patologías del aparato respiratorio tales como bronquiolitis y asma.
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